Las 85 personas más ricas del mundo tienen una fortuna equivalente a todas las posesiones de la mitad de la población más pobre del planeta, según un informe de la ONG Oxfam.
Refiere que el 1% de la población más rica acapara casi la mitad de la riqueza mundial.
En el informe Gobernar para las élites, publicado en vísperas del Foro Económico Mundial que se celebrará esta semana en Davos, la ONG critica la evasión de impuestos que hacen los más ricos a través de los paraísos fiscales, así como la política estatal de ahorro que afecta sobre todo a las capas sociales más bajas.
Las élites acomodadas han cooptado el poder político y establecen las reglas del juego económico, socavando la democracia, denuncia la organización, que subraya que es un proceso que ocurre tanto en los países desarrollados como en desarrollo.
A nivel mundial, siete de cada 10 personas viven en países donde la desigualdad se ha incrementado.
En España, las 20 personas más ricas poseen una fortuna estimada en 77 mil millones de euros (unos 100 mil millones de dólares), tienen lo que los 10 millones de españoles más pobres.
El informe señala que a nivel global, las empresas y las personas más ricas esconden billones de dólares en una compleja red de paraísos fiscales repartidos por todo el mundo. Se calcula que hay 21 billones de dólares no registrados o en terceros países.
En Estados Unidos existe una correlación directa entre la desregulación financiera y el aumento de los ingresos de ese 1% privilegiado de la población que ha alcanzado ahora su nivel máximo desde la Gran Depresión.
En la India, por ejemplo, el número de multimillonarios se ha multiplicado por diez durante la última década gracias a una estructura fiscal anticuada y a sus conexiones privilegiadas con el Gobierno, mientras que el gasto gubernamental en beneficio de las personas más pobres continúa siendo significativamente bajo, destaca el informe.
En Europa se han impuesto medidas de austeridad que afectan a las clases medias y pobres, bajo una gran presión por parte de los mercados financieros cuyos acaudalados inversores, sin embargo, se han beneficiado de los planes de rescate públicos a las instituciones financieras.
En África, las empresas multinacionales -en concreto, las de la industria extractiva- aprovechan sus influencias para eludir el pago de impuestos y royalties, reduciendo, así, los recursos de los Gobiernos para combatir la pobreza.
Encuestas realizadas en seis países, Estados Unidos, Reino Unido, España, Brasil, India y Sudáfrica muestran que la mayoría de las personas opinan que las leyes se hacen para favorecer a los más ricos.
El problema de los privilegios que tienen unos y las desventajas de los otros amenaza con extenderse durante generaciones. "Pronto viviremos en un mundo en el que la igualdad de oportunidades no será más que un sueño", señaló la directora ejecutiva de Oxfam, Winnie Byanyima.