El delegado federal de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Gerardo Vázquez Mellado Zolezzi, informa que al cierre de 2014 existen en Querétaro 38 mil 125 personas que realizan trabajo doméstico remunerado (26.6% más que en 2013), por lo que exhortó a formalizar la situación laboral de estos empleados.
“Aunque el fenómeno del trabajo doméstico es multifactorial, es decir el empleado doméstico no pide ni exige Seguridad Social y el patrón no la ofrece ni la fomenta. El nivel educativo de quienes están ocupadas y ocupados en este sector resulta fundamental, de ahí la importancia de seguir estudiando en los niveles de educación media y media superior”, expuso Vázquez Mellado Zolezzi en un comunicado.
Y es que a decir de la STPS, la población ocupada en México dedicada al trabajo doméstico remunerado en hogares particulares alcanzó poco más de dos millones 200 mil personas. De acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), las trabajadoras del hogar en México aportan 22% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Las cifras del Inegi revelan que el trabajo doméstico remunerado en México es una actividad primordialmente femenina, tres de cada cuatro reciben menos de dos salarios mínimos mensuales.
“La mitad trabaja más de 40 horas a la semana y cerca de 90% no goza de ninguna prestación laboral, es decir Seguridad Social, atención médica, ni adherencia al IMSS, Infonavit y Afore”, enuncia el delegado.
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social advierte que, en el país, los hombres ocupados como trabajadores domésticos suman más de 115 mil personas; la mitad de ellos trabajan como empleados domésticos y 45% se ocupan como choferes en casas particulares.
Según datos del Inegi, 60% de quienes trabajan en el sector de las viviendas particulares cuentan con estudios de primaria. Uno de cada tres cuenta con estudios de secundaria; mientras que 6.3% con estudios de educación media superior o incluso con algún grado de instrucción superior.
“Queremos que cada vez sean menos frecuentes las historias de despidos injustificados de las trabajadoras y trabajadores domésticos, la falta de contratos, la ambigüedad sobre sus horas de trabajo, el acoso sexual; tener que vivir en cuartos oscuros y lejanos en los sótanos de grandes casas, así como enfrentar acusaciones de robo como pretexto para terminar la relación laboral sin pago de ningún tipo de liquidación o finiquito”, dijo.
El funcionario federal recordó que, en junio de 2011, México firmó el Convenio 189 sobre el Trabajo Decente para las Trabajadoras y los Trabajadores Domésticos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el cual define estándares laborales como salario mínimo, libertad de asociación, el derecho a la negociación colectiva, protección del abuso y del acoso, un día de descanso semanal, contratos formales, seguridad social y descanso por maternidad.
“Además la OIT estableció el 30 de marzo como el Día Internacional de la Trabajadora del Hogar con la intención de reivindicar sus derechos y visibilizar la problemática a la que este gremio se enfrenta, pues ya sea por discriminación o por costumbre, el trabajo que realizan no es debidamente valorado”.
Invitó a quienes tengan empleados domésticos “que les agreguen valor y mejoren su vidas, dándoles seguridad social, IMSS, Infonavit y Afore ya que estas personas tendrán algún día 65 años y no contarán con ninguna protección”. Redacción