Las expectativas de crecimiento económico para América Latina en conjunto no son las más promisorias en los próximos años; sin embargo, México destaca por tener un horizonte más favorable que lo puede llevar a ser motor de la región, reconoció el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En entrevista, la representante del organismo internacional en México, Mercedes Araoz, dijo que lo que hoy hace sobresalir al país por encima de muchas naciones de la región y del mundo son las reformas estructurales aprobadas hace un par de años.
Para que estas den mayores frutos y logren detonar los beneficios que se pretenden, comentó que ahora será fundamental su implementación, para que de esa manera avancen las inversiones y redunde en un mayor crecimiento económico.
“Hay que profundizar las reformas para acelerar los pasos y atraer más inversión y lograr mayor crecimiento económico. México puede ser un motor para los demás países”, explicó.
Pese a algunos problemas como la inseguridad pública, casos de presunta corrupción al interior del sector público o incluso la menor dinámica mundial y menores precios del petróleo, la representante del BID afirmó que a México llegan inversiones.
“La inversión privada en México no ha parado, vienen más e incluso hay algunas industrias donde crecen más y hay mucho espacio donde se debe aprovechar por la consistencia y persistencia de estas reformas”, añadió.
Aun así, consideró que también será importante que en este programa de transformación el sector privado se involucre más en las diferentes áreas económicas, con el fin de lograr mayores sinergias a favor del desarrollo económico del país.
Sobre las recientes elecciones, Mercedes Araoz reconoció que México tiene una democracia sólida, igual que el resto de América Latina, y consideró positivo que la sociedad tenga más mecanismos para manifestarse con relación al actuar de sus líderes.
Clase media vulnerable. El BID sumó ocho años de la implementación del programa Oportunidades para la mayoría, mediante el cual apoya a las personas que salieron de la pobreza, pero que aún son vulnerables a caer en esa condición.
Para América Latina cuentan con un portafolio de 413 millones de dólares y que se destinan a 61 proyectos desde el sector financiero, la vivienda, educación y salud, entre otros.
En el caso de México, los recursos que otorga el organismo son 75 millones de dólares, los cuales se orientan a insertar más a la población que recién salió de la pobreza al mercado laboral y a recibir atenciones que por otras vías son casi imposibles.
Mercedes Araoz reconoció que tras las reformas estructurales México tiene buenas expectativas de incrementar a la proporción de mexicanos que forman parte de la clase media, por lo que es necesario apoyarlos y blindarlos para que no corran el riesgo de caer de ese nuevo estatus social.
“Este programa es para las personas que están ligeramente por encima de la pobreza y que les damos una oportunidad de insertarse al mercado a jalar para tener una mejor calidad de vida. Es gente con nuevas necesidades de consumo, de servicios, de educación, salud, servicios financieros y que generalmente no llegan a ellos.
“América Latina y México han tenido un crecimiento de la población que entra a la clase media, pero que es vulnerable, por lo que para evitar que caigan en menor condición social, nosotros, junto con el sector privado, somos catalizadores de ese impacto mediante este programa”, dijo.
Entre el 29 de junio y el 1 de julio, el BID organizará en la ciudad de México el Foro Base 2015 donde se buscarán promover modelos de negocios sostenibles para el desarrollo y provisión de productos para el segmento de la población vulnerable a caer en la línea de la pobreza.