La falta de control en los consumos diarios pueden generar una fuga de capital de hasta 24 mil pesos anuales a causa de los llamados “gastos hormiga”.
Reciben este nombre los pequeños egresos que a diario hace, casi de manera inconsciente, la población en el rango económico de clase media o trabajadora.
De acuerdo con un estudio publicado por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), el mexicano promedio puede erogar hasta 24 mil pesos al año — más de 10% de su ingreso mensual — en pagos por: café, galletas, cigarros, refrescos, limosnas, botanas y propinas; lo que afecta gravemente y de manera inconsciente su economía, haciendo incluso inasible planificar vacaciones o proyectos importantes en el mediano plazo.
En su página web, la Profeco ofrece orientación sobre cómo abatir y controlar este tipo de fugas de capital en las finanzas personales, a través de su boletín electrónico denominado “Brújula de Compras”.
En un sondeo, realizado por EL UNIVERSAL Querétaro, se pudo constatar que esta problemática la padece, principalmente, la población económicamente activa, que por su condición laboral requiere de pagar servicios complementarios para poder desarrollar sus actividades diarias.
Testimonios ciudadanos
Emilio Latabán Rodríguez, empleado de una agencia de seguros, afirmó que sus pequeños gastos ascienden en ocasiones hasta 100 pesos diarios, distribuidos entre pagos por estacionamiento, propinas por la limpieza de parabrisas o algún servicio adicional de su vehículo, compras eventuales como: refrescos, cigarros y chicles, en pequeñas misceláneas. Este tipo de egresos podrían traducirse hasta en dos mil pesos al mes.
Por su parte, Estela Taboada Zihari, ama de casa, reconoció que una salida al supermercado representa más egresos que lo que contempla únicamente la compra de comestibles dentro del establecimiento. Como ejemplo citó el pago por lavar el coche, que representa un gasto de 30 pesos; o sólo por cuidarlo, le cuesta cinco pesos; una propina más a quien le ayude con la carga de la compra, 10 pesos más, así como a los empacadores de los productos, conocidos como cerillos, a quienes les da cinco pesos, más los gastos que se acumulan durante el resto del día.
En tanto Arturo Santos Mora, estudiante universitario y trabajador de medio tiempo en una tienda de conveniencia, aseguró que entre pequeñas botanas, refrescos y cigarros, llega a gastar al día hasta 75 pesos, lo que significa que a la semana puede llegar a destinar 375 pesos, mil 500 pesos al mes y hasta 15 mil pesos al año, esto considerando únicamente los días hábiles del calendario escolar.
