El problema de contaminación provocado por un derrame de crudo en las inmediaciones del río San Juan en el municipio de Cadereyta, Nuevo León, el pasado fin de semana, no es un hecho aislado.
La Gerencia de Transporte por Ducto de la Subdirección de Distribución de Pemex Refinación reconoció la existencia de 81 sitios contaminados por hidrocarburos en el país, la mayoría dañados por terceros, fundamentalmente por tomas clandestinas descontroladas.
También se consideran causas como rupturas en las tuberías de los ductos sobre los derechos de vía, ocasionadas por golpes de maquinaria, que derraman producto hacia los suelos y que pueden llegar a involucrar a estaciones de bombeo y recibo de hidrocarburo que se encuentran en las áreas cercanas de estos sitios.
Otros tantos, según el Programa Remediación de sitios contaminados por hidrocarburos de la Gerencia de Transporte por ducto de la Subdirección de Distribución, elaborado por Pemex Refinación-Distribución y Comercialización de Petrolíferos con fecha del 11 de julio del 2014, son los lugares identificados por las auditorías a los diferentes centros de trabajo realizadas por las autoridades ambientales.
Incluso, funcionarios de la Gerencia de Transporte por Ducto de Pemex Refinación alertan que “debido a la proyección al alza de los eventos vandálicos de tomas clandestinas en los ductos se visualiza que en consecuencia el número de sitios contaminados también puede incrementarse, por lo que el inicio de este programa representa la primera etapa para la atención de los sitios, su ejecución y las futuras etapas de atención que se implementen”.
En el documento, del que EL UNIVERSAL posee copia, Pemex no proporciona información sobre la ubicación exacta de los sitios contaminados por razones de seguridad, pero indica que se concentran en los estados de Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí, Michoacán, Jalisco, Zacatecas, Aguascalientes, Hidalgo, Veracruz, Puebla, Oaxaca, Tlaxcala, Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila y Chihuahua.
Menos derrames, más daños
Sin embargo, en su Informe de sustentabilidad 2013, la empresa productiva de Estado da a conocer que si bien el número de derrames ha venido a la baja, la superficie de áreas afectadas y los volúmenes de productos derramados crecieron significativamente el año pasado.
En términos de hectáreas afectadas, entre 2012 y 2013 la superficie aumentó de 5.7 a 70; el volumen derramado de productos (crudo, gasolinas y refinados en general), medido en barriles, creció al pasar de 2 mil 82 a 7 mil 726, y en términos de millones de pies cúbicos de gas las fugas crecieron de 24 a 41. Es decir, el año pasado hubo menos derrames pero se afectó más y se perdió más producto.
La tendencia de fugas y derrames dada a conocer por Pemex muestra que en 2005 se presentaron 395 y en 2013 fueron 153, pero de ellas 81 se convirtieron en sitios contaminados.
Pemex Refinación considera que el problema es serio, ya que “se están incumpliendo normas, leyes y reglamentos vigentes en materia de medio ambiente y recursos naturales, tendientes a detener y revertir la contaminación de los recursos naturales: agua, aire y suelo”.
Lo anterior, explica el documento, que tiene carácter de reservado con fundamento en la Ley Federal de Transparencia Acceso a la Información y Protección de Datos, artículo 14, fracción II y VI, “podría ocasionar desde problemas relacionados con sanciones económicas y jurídicas que pudieran ser impuestas a nuestra empresa, hasta sanciones penales y operativas de clausura parcial o total de los sistemas de transporte por ducto”.
Para Pemex Refinación la alternativa con este programa es remediar “fuera del sitio”, lo que significa extraer, transportar, almacenar y dar tratamiento en una planta de remediación al material del suelo contaminado por hidrocarburos, para que posteriormente se pueda efectuar su disposición final.
Por lo pronto, la empresa tiene programado incluir en los paquetes de Presupuesto de Egresos de la Federación del 2015-2018 una partida de 52.3 millones para iniciar y concluir la remedición de al menos 33 de los 81 sitios contaminados, con el propósito de detener y revertir la contaminación de los recursos naturales.
Con ello se busca también atender las observaciones de las autoridades ambientales, evitar demandas de terceros, mantener la buena imagen social de Pemex Refinación y evitar clausura temporal o definitiva, total o parcial de las instalaciones por incumplimiento a las disposiciones ambientales.
Este proyecto considera trabajos como levantamiento topográfico; excavaciones, cargas, acarreos y traspaleos; cargas con maquinaria y acarreo en el primer kilómetro en camión; tratamientos ex situ del suelo contaminado mediante la aplicación de tecnología de remediación; rellenos y compactado con control de laboratorio; construcción y desmantelamiento de bioceldas para el almacenamiento y tratamiento del suelo contaminado; tomas de muestras y análisis de laboratorio iniciales y finales, y medición de equipo de petroflag como control de proceso.
La empresa advierte de riesgos para que pueda llevarse a cabo el programa, como la negativa de acceso a sitios contaminados por parte de los propietarios y probables recortes presupuestales, aunque ya evalúa una etapa de negociación previa por parte del área de Administración Inmobiliaria con los propietarios.