Para México pudo ser una “catástrofe” no ser parte del Acuerdo de Asociación de Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), reconoció el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el funcionario dijo que este acuerdo va a ser la plataforma comercial mundial sobre la que se van a definir las reglas de intercambio de bienes del siglo XXI, tal y como en su momento lo fue el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
“Fue una negociación bastante ventajosa para México frente a un escenario que pudo ser catastrófico si no se hubiera aceptado el reto de incorporarse al TPP, pues se habría quedado fuera de la nueva plataforma comercial, equivalente al TLCAN del siglo XX, porque va a definir reglas del comercio de este siglo”, dijo.
Admitió que a diferencia de lo que sucedió con la entrada del TLCAN en 1994, cuando los productores mexicanos compitieron en condiciones desiguales con canadienses y estadounidenses, ahora las reformas dan mejor plataforma para ingresar al TPP.
“En el TLCAN los invitaron a una fiesta, pero no les dieron calzado; en el TPP sí les vamos a dar zapatos para bailar”, aseveró.
Guajardo dijo que el acuerdo no excluye a ningún país, así que si China lo desea, puede integrarse, aunque debe adoptar las reglas que acordaron las 12 naciones del bloque.
“No se les cierra la puerta”, dijo al agregar que países como Corea, Filipinas, Taiwán, Tailandia e Indonesia tienen el interés de incorporarse.
Avances en 2016. El secretario dijo que la firma del acuerdo va a ser en algún momento de enero del próximo año y la ratificación del Senado puede darse a mediados del mismo año.
Confió en que la Cámara Alta avalará el acuerdo, pues dijo que la política fiscal, la estabilidad y la comercial son activos clave en el país.
“No puedo hablar de los legisladores de Acción Nacional, pero debe haber una congruencia en sus plataformas, así que cualquier partido que rompa con esa lógica destruye uno de sus baluartes más importantes que es la credibilidad, va a haber dudas sobre cómo se negoció, qué sectores tendrán mayores presiones, pero al final esperaría tener el apoyo de una buena parte de los senadores”, abundó.
Comentó que la discusión que haya en el Senado debe empatarse con los debates en Estados Unidos, pues ambas naciones están muy ligadas.
La fecha más importante del presidente estadounidense Obama para buscar los votos para ratificar el TPP debe ser entre mayo, junio y julio, porque en agosto hay receso y de irse más allá de esa fecha se puede mezclar con la elección presidencial de ese país. “La posibilidad de que la capacidad política de Obama, habiendo un nuevo presidente electo, consiga los votos necesarios es muy baja”, comentó.