La cotización del dólar al menudeo terminó la semana vendiéndose en las ventanillas de los bancos a 20 pesos, la cifra más alta desde el pasado 9 de marzo cuando las negociaciones del TLCANcomenzaron a complicarse.
La depreciación del peso estuvo magnificada por la reducción de la liquidez en el mercado cambiario que caracteriza las últimas sesiones del año, en particular la segunda quincena de diciembre, a lo que se sumaron otros dos factores que generaron presiones en contra del peso mexicano.
La presión sobre el tipo de cambio provino inicialmente de la reforma fiscal de Estados Unidos por dos factores, primero porque afecta la competitividad de México y segundo, porque se espera acelere el ritmo de crecimiento de la economía estadounidense, elevando la probabilidad de que la Fed continúe subiendo su tasa de interés.
Existen específicamente dos cambios a la reforma fiscal estadounidense que pueden afectar a la economía mexicana, uno es el del recorte de la tasa de impuestos a corporativos de 35% a 21%, tasa que es considerablemente menor a la que México tiene actualmente.
Otra de las medidas que tendrá un impacto sobre la economía del país será la del cambio a la tasas de impuestos de repatriación de capitales, con lo que se busca que las empresas estadounidenses con operaciones en México envíen sus utilidades a aquel país en lugar de reinvertirlas aquí mismo.
Adicionalmente, los resultados de las elecciones parlamentarias del jueves pasado en Cataluña, generaron nerviosismo en la última jornada de la semana, particularmente en Europa, en donde en los últimos años ha resurgido un sentimiento independentista en varias regiones, poniendo en riesgo el proyecto de integración de la Unión Europea.
Aunque la noticia es poco relevante para los participantes del mercado en México, el peso se puede mover a la par de la mayoría de las divisas de economías emergentes debido a la escasez de noticias e información económica de relevancia durante este viernes.
Cabe agregar que en la mañana del viernes el dólar también se fortaleció moderadamente tras la publicación de indicadores económicos favorables para Estados Unidos. Durante noviembre, el consumo privado creció a una tasa mensual de 0.6%, superando la expectativa de un crecimiento de 0.3%; por su parte, los pedidos de bienes durables en su dato preliminar registraron un crecimiento mensual de 1.3%, luego de mostrar una contracción de 0.4% en octubre.