Los mayores montos de inversión pública y privada que ha generado la apertura del sector energético están comprometidos en la construcción de 262 nuevas centrales de generación de electricidad, mencionó en entrevista con EL UNIVERSAL, el presidente de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), Guillermo García Alcocer.
Indicó que empresas privadas y la CFE pretenden invertir 98 mil 700 millones de dólares entre 2016 y 2030 en esos proyectos. En exploración y producción, derivadas de las cuatro rondas de licitación de bloques de petroleros, el monto comprometido es de 50 mil 900 millones de dólares.
Únicamente en la cuarta licitación, que se va a llevar a cabo en diciembre de este año y que corresponde a aguas profundas, se esperan inversiones por 44 mil millones de dólares.
En este entorno, el papel de la CRE, dijo, es relevante pues la idea es que “no seamos un obstáculo para nuevas inversiones y que facilitemos el desarrollo del sector. Queremos dar certeza y confianza a los inversionistas”.
La CRE, añadió, se ha convertido en el regulador del sistema circulatorio de la industria energética del país. “Toda la energía que se mueva por el país va a ser regulada por la CRE”.
Nuestro papel es ser facilitador y por eso hemos reducido sustancialmente los días promedio para resolver solicitudes de permisos.
Actualmente, para el otorgamiento de un permiso para una estación de servicio el tiempo promedio de respuesta es de 13 días. En gas natural es de 42.2 días; en gas licuado de petróleo (LP) son 43.7; en petrolíferos 15.5, y en electricidad 27.7.
En promedio son 32.3 días, cuando el plazo máximo en hidrocarburos son 90 días hábiles, comentó.
García Alcocer añadió que el esquema legal, contractual y constitucional del sector energético está definido y “vamos a empezar a ver movimientos cada vez más acelerados”.
Pronto sacaremos la temporada abierta de Pemex para petrolíferos, en donde la petrolera va a ofrecer gradualmente parte de su infraestructura para el transporte y almacenamiento de competidores, pero eso va a ser un buen negocio para ellos.
Eso va a permitir que Pemex tenga la posibilidad de replantear su plan de negocios y, probablemente, concentrar sus actividades en donde sean más rentables.
Si Pemex se orienta a dar un servicio al cliente, tendrá que seguir. “Haríamos mal en pensar en un Pemex disminuido, necesitamos que atienda los mercados que en donde quiera estar, sea una decisión y no obligación”.
Con todo, ¿cuáles son los principales retos de la CRE?
—Asegurar que todas las formas de energía lleguen a la industria, comercios y hogares en las cantidades demandadas, con la calidad adecuada y a costos competitivos.
Tenemos que fortalecer el binomio gas natural-electricidad, “pues sin un mercado de gas robusto, el de electricidad no será viable”.
También, precisó García Alcocer, asegurar que la red de transporte, el almacenamiento de hidrocarburos y petrolíferos opere de manera adecuada y a costos eficientes.
En materia de electricidad, indicó el funcionario, supervisar las actividades de generación, el funcionamiento del mercado eléctrico mayorista, en tanto que en transmisión y distribución, garantizar el acceso abierto a la red y fijar tarifas que incentiven la inversión de largo plazo, así como monitorear las actividades de suministro y comercialización.
Nuestro papel, insistió, es promover un entorno competitivo.
Consideró que hoy por hoy, “hay muchas opciones que pueden hacer un empresario o inversionista si quiere venir a México y creo que las condiciones son muy favorables”.