Y tú, ¿estás asegurado? De una enfermedad, accidente, daño o en general, de cualquier imprevisto, nadie se salva, y más vale estar listo para cuando esto ocurra. Es común pensar que son un gasto, pero en realidad los seguros se deberían ver como algo que nos podría salvar de vender la casa, el auto, o peor, de no tener ningún activo disponible para enfrentar las obligaciones económicas que puede suponer una tragedia.
Es un hecho: no estamos en época de vacas gordas y esto dificulta que la gente se asegure. Existe una estrecha relación entre el crecimiento económico y los seguros. Una economía con un crecimiento sostenido permite el desarrollo de este sector, como explica la Asociación Mexicana de Seguros. Sin embargo, ésta no ha sido una de las características de la economía mexicana en los últimos años.
Con todo eso, los seguros constituyen una industria que sigue creciendo. Este año, se espera que lo haga en 6% y 8%, de acuerdo con el documento Perspectivas 2015: México Sector Asegurador publicado por Fitch Ratings. El año pasado, creció sólo 3%, debido al poco avance de la economía.
Tener un seguro contribuirá a tu estabilidad financiera, ya que éste te permitirá prever riesgos y en caso de que algo te suceda, te permitirá contar con un mecanismo financiero para hacer frente a una muerte o enfermedad o reponer un bien o la capacidad productiva, explica el Reporte de Inclusión Financiera coordinado por Comisión Nacional Bancaria.
Sin embargo en México todavía nos falta cobertura: si se tomara en cuenta sólo las pólizas de accidentes personales, sólo 16.2% de la población nacional está asegurada, según este mismo reporte.
Nadie dijo que sería barato. Contar con todos los seguros necesarios para estar completamente protegido ante casi cualquier situación adversa —de gastos médicos de vida, de auto, de daños para tu casa— puede implicar el que gastes hasta 20% de tu sueldo al año. Sin embargo, no te desanimes tan pronto. Si no tienes para gastar esta suma, puedes empezar poco a poco.
El primero
¿Qué es lo primero que asegurarás? El coche que te lleva a tu trabajo todos los días fue tu primer pensamiento, sin embargo, hay que repensar.
Hacerlo te haría olvidar algo esencial: que hay alguien que maneja ese auto y esa persona eres tú. Si te pasa algo a ti, de nada servirá que tu automóvil esté protegido con la póliza más completa del mercado.
Así, el primer instrumento en el que debes pensar es un seguro de gastos médicos. “Las enfermedades graves, sobre todo las crónicas, han llegado a dejar familias sin patrimonio. Por la salud tú venderías lo que fuera necesario para pagar”, asegura Eloy López, director de la consultoría Planeación Financiera.
No es que queramos ser pesimistas, pero de una enfermedad o un accidente nadie se salva y éstos pueden costar muchísimos pesos, incluso millones. Nada más para dar una idea: El costo de atención promedio por año-paciente de cáncer de mama se estimó en 110 mil 459 pesos, de acuerdo con el estudio El costo de la atención médica del cáncer mamario: el caso del Instituto Mexicano del Seguro Social. Y quizá esta cifra se quede corta para explicar lo caro que puede salirte una eventualidad médica.
¿Por dónde empezar? Para contratar un seguro médico adecuado y accesible necesitas fijarte en el que el deducible sea una cantidad que puedas pagar.
“No necesariamente tiene que ser el más bajo. A la gran mayoría no le alcanza para un seguro con un deducible bajo, pero debes entender que es mejor tener un seguro de gastos médicos mayores, esto es, por si algo muy grave te pasa. Si no te alcanza para uno bajo –los más baratos están entre siete y 10 mil pesos– contrata uno de 30 o 40 mil pesos de deducibles, así será más accesible”, explica Eloy.
Es mucho más sencillo que si te sucede algo grave consigas 30 mil pesos a que vendas tu casa o tu coche o a que quiebres tu negocio para poder pagar tus cuentas médicas.
En el caso de que no te alcance para un seguro de gastos médicos, lo recomendable es que contrates uno de accidentes personales.
La mayoría de las aseguradoras lo tienen y pueden reembolsarte gastos hasta de 50 mil pesos, explica el especialista. Si te caes, te lastimas la mano en el metro, y ya no puedes ir a trabajar, un instrumento de este tipo puede ayudarte a enfrentar el bache.
Al mismo tiempo
Si te es posible contratar a la par del seguro de gastos médicos un seguro de vida, sería lo más recomendable, si no, hazlo después pero no dejes de hacerlo, porque es el único que te va a cubrir de una posible invalidez, es decir, ante alguna situación desafortunada que ya no te permita trabajar, ya sea por un periodo de tiempo o de manera permanente.
Los seguros de vida en México son los más comunes, sin embargo, la penetración aún dista de estar a la par con otros países. Mientras que 35% de la población nacional cuenta con un seguro de este tipo en la modalidad de grupo, de acuerdo con el estudio de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, apenas 16% de la Población Económicamente Activa tiene un seguro de vida individual, según un estudio de Fitch and Ratings. México está por debajo de países como Brasil, Chile y Panamá Para septiembre de 2014, el ramo de seguros de vida representó 0.83% del PIB, mientras que en estos países, la penetración está arriba de 1%.
Estos instrumentos, desde el más básico, te permite incluir (si es que no ya la tiene) la cláusula de invalidez.
“Tanto el seguro de gastos médicos como el de vida te protegen a ti, que eres la maquinita que fabrica dinero, o sea tú”, asegura López.
De acuerdo con tus capacidades puedes agregarle a este instrumento más o menos cobertura. En el caso de que tengas un poco más de posibilidades, lo recomendable es que aumentes la suma asegurada o que tenga un ahorro garantizado a largo plazo, ya que esto te permitirá recibir en el largo plazo todo lo que ahorraste más sus rendimientos. Si no lo usas, te lo van a regresar: “Los seguros de vida pueden también ser un medio de ahorro o de inversión de largo plazo”, explica Eloy.
Ahora sí, el resto
Si ya tienes este par de seguros, lo que sigue es asegurar al auto que te facilita la vida cada día. El seguro más básico que debes contratar, en el caso de que no te alcance para más, es el de responsabilidad civil.
“Éste te cubre ante el mayor riesgo que tienes, si vas en el auto y atropellas a alguien, te puede costar muchísimo más de lo que te cuesta un carro”, explica el especialista. Uno de este tipo puede costarte cerca de tres mil pesos al año.
Los seguros de responsabilidad civil cubren daños a terceros (en su persona y en sus bienes), gastos médicos a ocupantes, asistencia vial y asesoría legal.
En el caso de que tengas la posibilidad de aumentar la protección, el siguiente peldaño será el de contratar cobertura limitada. Ésta incluye además de todas las coberturas antes mencionadas, la que te protege ante el robo de tu auto también. La amplia y la amplia plus pueden ofrecerte la posibilidad de tener un coche sustituto en el caso de que el tuyo esté en compostura por algún accidente, por ejemplo.
A pesar de todos los riesgos, una gran cantidad de mexicanos todavía no asegura su auto. El estudio de Inclusión Financiera encontró que de los vehículos de motor que se encuentran registrados y están en circulación a nivel nacional, sólo 38.4% contó con una póliza vigente.
Tu casa
Éste va al último de la lista. Los seguros de casa pueden protegerte ante incendios, terremotos, explosiones u otro evento. “Puedes conseguir un seguro de casa por 4 mil pesos anuales, pero debes entender que es básico y vas a poder escalar en la cobertura”, explica Eloy. Comienza a asegurarte ya.