La Secretaría de Hacienda y Crédito Público afirmó que la propuesta de adelantar la liberalización del precio de las gasolinas en 2016 no representará el aumento del impuesto ni de la recaudación.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el subsecretario de Ingresos, Miguel Messmacher, afirmó que no hay ningún impuesto disfrazado o gasolinazo con esta medida. Aseguró que de aprobarse, habrá condiciones para que las estaciones de servicio ofrezcan diferentes precios como ya se ve en algunas partes, mientras que en la frontera se mantendrá el actual esquema en este periodo de transición.

Afirmó que son infundados los temores de los gasolineros de que se pagará una doble cuota o que los estén obligando a bajar los precios.

El funcionario estableció que en la medida en que los precios internacionales disminuyan respecto a lo que se observó este año y haya más competencia, los consumidores pagarán menos en 2016.

“Obviamente va a depender de lo que tú esperes que sucede con el precio de referencia, ahora obviamente si baja el precio de referencia con respecto a lo que tenemos este año perfectamente podemos estar observando menores precios en primera instancia, y en segunda instancia claramente la competencia que vayamos a tener, que empezaremos a tener eso también deberá estar forzando a que tengamos precios por debajo de lo que deberíamos haber observado”, apuntó.

Mencionó que algunas estaciones de servicio en zonas metropolitanas en Monterrey y Puebla, ya están vendiendo el combustible más barato plenamente verificable por la Profeco de que se trata de un producto no rebajado ni adulterado.

El funcionario hizo ver que actualmente no existe una plena competencia; se pretende entrar a un periodo de transición porque será hasta 2018 cuando los gasolineros del país podrán fijar los precios de los combustibles.

Entrevistado en sus oficinas de Palacio Nacional, explicó la forma en que operará la liberalización de precios y el impuesto especial sobre productos y servicios (IEPS) que se aplica a los carburantes.

Messmacher apuntó que en la propuesta se establece que durante el periodo de transición tendremos un precio máximo, y la idea es que como no hay competencia, se vaya generando a lo largo del tiempo.

“En algunos lugares de la República hemos empezado a ver estaciones de servicio que ofrecen precios por debajo de ese precio máximo, es un fenómeno moderado, la idea es que se vaya generalizando con el tiempo”, refirió.

Para 2016 y 2017, se plantea que ese precio máximo pueda moverse con su precio de referencia internacional.

Se mantendrá una banda de un “piso y un techo” para evitar fluctuaciones muy extremas, pero dentro de esa zona, se pretende que el precio máximo se empiece a mover con el precio de referencia internacional.

Proponen un IEPS fijo

En la parte del IEPS, explicó que el cambio implicará cambiarse del esquema vigente de un impuesto especial variable a uno predeterminado y fijo.

“Hoy tenemos un esquema fijo y el IEPS se ajusta todo el tiempo a la alza o a la baja para mantener ese precio constante. Por ejemplo, este año se observó una disminución en los precios de referencia, pero en automático aumentó el IEPS y se volvió un IEPS de gasolinas positivo y relativamente elevado”, expuso.

Lo que se está pidiendo que se apruebe, señaló, es que ese IEPS se mantenga fijo; que ya no esté creciendo ni disminuyendo y “empecemos a observar los cambios en los precios de tal forma que si hay disminuciones en los precios de referencia el próximo año respecto al que tenemos este año, eso no se traduzca en un IEPS más grande sino que se traduzca en una disminución de los precios”.

Comentó que la recaudación del IEPS para este año estaba pronosticada con una cotización del petróleo de 79 dólares por barril considerados para efectos del presupuesto, que ya tenía asociado cierta referencia del precio internacional de las gasolinas.

De lo que pasó en este año, dijo que los precios del hidrocarburo y las gasolinas se redujeron en comparación a lo previsto, con lo cual el IEPS de gasolinas será más grande porque el diferencial entre el precio doméstico y el internacional, se traducirá en una recaudación positiva.

Para 2016, el subsecretario planteó que se propone que el IEPS se mantenga como el que estamos viendo este año. “No estamos proponiendo un IEPS más grande; lo que estamos proponiendo es que nos movamos a un esquema donde lo que vamos a recaudar ya esté predeterminado, ya esté fijo, lo que se busca es que el valor esperado sea lo mismo que recaudemos este año”.

En ese contexto, manifestó que Pemex enfrenta un reto muy importante que más de competencia, está padeciendo por la disminución de los petroprecios que lo ha forzado a hacer diversos ajustes del gasto como decisión propia para mantener su situación financiera bajo control.

Pero con la reforma energética, tiene mayor flexibilidad y herramientas para responder a una situación como esta y asociarse con terceros para proyectos y actividades manufactureras cuidando la renta petrolera. Y por eso, consideró que tendrá que ser más agresivo y hacer las cosas con mayor oportunidad.

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