Dos malas noticias y un reto napoleónico, fue lo que Agustín Carstens, dijo durante su última aparición pública como gobernador del Banco de México (Banxico).
En la presentación del Informe Trimestral, dio a conocer que el banco central recortó la expectativa de crecimiento para este año, de un rango de entre 2% y 2.5% a uno más conservador, que va de 1.8% a 2.3%, y que la inflación tardará más en converger hacia la meta de 3% en 2018; ya no lo logrará a partir de julio sino ahora hasta octubre del próximo año.
Y para el baúl de las expresiones memorables que acumuló a lo largo de su trayectoria como funcionario público y gobernador del Banxico, lanzó una analogía utilizando una frase célebre de Napoleón, uno de los genios militares de la historia:
“Lo que le decía Napoleón al miembro del ejército que le ayudaba a abotonar su abrigo, al menos lo que se ve en las fotografías era un abrigo complicado con muchos botones; Napoleón le decía: ve despacio porque voy de prisa”.
Y explicó lo que quería decir el emperador: “No te vayas a equivocar porque si vas muy rápido termino con el chaleco chueco”.
Así se expresó para decir que en economía hay que hacer las cosas bien, de manera sostenible, no buscar las cosas fáciles sino ir a temas de fondo, temas que realmente desde un punto de vista fundamental afectan el desempeño del país.
Muchas veces “nos corren las prisas y acabo uno con el saco mal abrochado”, advirtió
Luego de su exposición sobre la evolución de la inflación y la economía, en el que reconoció que el Producto Interno Bruto del país se verá afectado este año por los sismos y el petróleo; y que la volatilidad del tipo de cambio por la incertidumbre por la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte impedirá que la inflación alcance su meta en el tiempo que se esperaba, afirmó que lo mejor por hacer es “irnos con calma”.
Embozado por los buenos deseos en su nueva encomienda ahora que cambie de residencia a Basilea, Suiza, confesó que extrañará algunos productos de la canasta básica como el chicozapote, el tomate verde y el aguacate.
En la conferencia, Carstens se dio tiempo para bromear, pues dijo que a quienes lo quieran ir a visitar a la ciudad suiza, ubicada entre la frontera con Francia y Alemania, serán bienvenidos, siempre y cuando le lleven “unos chilitos”.
Acompañado de los cuatro miembros de la Junta de Gobierno, Agustín Carstens permitió, por primera vez, que uno de ellos (Roberto del Cueto, el que puede ser gobernador interino del Banxico) hablara para explicar el proceso de sucesión en la vacante que deja en caso de que el 1 de diciembre no se haya nombrado al nuevo banquero central.
Roberto Del Cueto, abogado de profesión y a quien le tocó ser uno de los redactores de la ley que dio autonomía al Banco de México y el miembro con más años dentro de la junta de gobierno, indicó lo que procede de acuerdo con la legislación.
El resto de los subgobernadores permanecieron pensativos durante la presentación del informe y en la sesión de preguntas y respuestas.
El único sonriente y amigable fue Alejandro Díaz de León, el más joven de los cuatro y de reciente integración, pero no ajeno a la tarea del banco en donde trabajó hace años.
Todas las preguntas sobre economía, la inflación, el tipo de cambio, sobre su sustituto, y demás curiosidades que se le hicieron a Carstens, las respondió para finalizar con un agradecimiento a toda la fuente que cubrió las actividades, en donde hizo notar que en su mayoría está integrada por reporteras mujeres.
La presentación cerró con una foto grupal del recuerdo con los reporteros y selfies en las que se vio a un Carstens nostálgico.