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El gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, aseguró que México cuenta con un “arsenal” de 270 mil millones de dólares para enfrentar cualquier contingencia que se derive del entorno externo.
Al comparecer ante la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado, el funcionario del instituto central mencionó que el país se ha preparado desde 2008 para la “tormenta” económica que se originó en aquel año y las futuras presiones que generarán los bajos precios del petróleo y la inminente alza de tasas de interés de Estados Unidos.
“Nos hemos preparado de la mejor manera posible para enfrentar este entorno, hemos tratado de tener la mejor coordinación posible con la política fiscal y hemos tratado de acumular el parque para enfrentar posibles salidas de capitales que resulten de este entorno, y muy en particular, de la revisión de la política monetaria en Estados Unidos”, detalló.
Explicó que la acumulación de reservas internacionales por más de 195 mil millones de dólares, más la línea de crédito flexible que tiene el país con el Fondo Monetario Internacional (FMI), son los recursos con los que cuentan las autoridades contra la volatilidad financiera que se espera en el futuro.
Comentó que la tenencia de valores gubernamentales en manos de extranjeros equivale a 70.8% del valor de las reservas internacionales.
Esto quiere decir que en caso de que llegaran a salir inversiones en el país ante la posibilidad de tener una mejor rentabilidad en Estados Unidos, dada la mayor tasa de interés, las reservas internacionales pueden cubrir esa fuga.
Sin embargo, el responsable de la política monetaria del país rechazó que en este momento haya una fuga de capitales en México, esto a pesar de la elevada volatilidad que han registrado los mercados financieros a nivel internacional.
Acciones a considerar
Agustín Carstens dijo que para suavizar la volatilidad en el mercado cambiario y evitar movimientos excesivos, se han tomado medidas desde la Comisión de Cambios —compuesta por Banxico y la Secretaría de Hacienda— con mecanismos que permiten al peso resistir una mayor depreciación.
Aunque Banxico ha hecho revisiones al crecimiento económico de este año y de 2016, en intervalos de 2.5 a 3.5% y de 2.9 a 3.9%, respectivamente, dijo que lo importante es que la actividad productiva del país tiene una tendencia acelerada.
Confió que en adelante las tasas del PIB sean mayores por los beneficios que generarán las reformas estructurales, particularmente la energética.
Con relación a la inflación, el gobernador del instituto central destacó el buen comportamiento del indicador durante este año, ya que datos a la primera quincena de abril revelan que se ubicó en 3.03%, lo que la ubica dentro del objetivo.
Ajuste por amenaza al objetivo
En dicha comparecencia, el funcionario del Banxico anunció que si el objetivo de inflación de 3% quedara rebasado o amenazado de ser alcanzado, se ajustará la política monetaria.
“Si está en peligro el objetivo de inflación que tenemos como mandato de 3% tendremos que ajustar las tasas”, anunció.
El funcionario de Banxico mencionó que no se puede descartar que la medida se asuma una vez que la Reserva Federal de Estados Unidos realice un alza de tasas, que de acuerdo con analistas financieros, podría darse en este año.
Sí bien para la economía mexicana serviría tener tasas de interés bajas, Agustín Carstens dijo que tienen que evaluar los factores externos que pudieran tener efectos sobre el tipo de cambio, razón que les llevaría a actuar y apretar la política monetaria.
Respecto a la depreciación del peso frente al dólar, el gobernador del Banxico dijo que ve posible una recuperación de la moneda nacional, aunque es difícil estimar de cuánto, ya que los mercados financieros internacionales están “sumamente volátiles”.
Admitió que México requiere mejores salarios, pero para ello es necesario un mayor crecimiento de la productividad, lo que se alcanzará mediante mejor educación y mayor inversión, elementos que se pueden alcanzar con las reformas estructutares.