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Las personas cada vez aportan más a su Afore y esto es una gran noticia, porque lo que hoy se ahorra de manera obligatoria no será suficiente para el retiro

ILUSTRACIÓN ROSARIO LUCAS. EL UNIVERSAL
24/05/2018 |12:26
Redacción Querétaro
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Ahorrar para cuando sean viejos no es una virtud en los mexicanos. Por desgracia, no estamos preparados para cuando llegue esta etapa, lo cual los sitúa en un escenario para nada halagador: Muy probablemente, una gran parte de los mexicanos no tendrá lo suficiente para afrontar su vejez. No es que el tema no preocupe. El 96% de los mexicanos se declara preocupado por el futuro para el retiro, de acuerdo con el estudio Opinión de los Mexicanos sobre el Sistema de Pensiones 2017, realizado por Mapfre.

En especial, las mujeres y los jóvenes son los más inquietos con el tema y son también quieren más desconfían en recibir una pensión pública al momento de su jubilación. Y es que no todos accederán a una pensión pública. Solamente lo harán  aquellos que empezaron a cotizar ante el IMSS antes de la reforma al sistema de pensiones que creó en 1997 a las Afore, y sólo podrán acceder a una pensión aquellos que hayan juntado semanas y  los requisitos necesarios.

Así, en México se ahorra poco y/o se hace demasiado tarde para esta etapa de la vida. De acuerdo con Fundación Mapfre, sólo cuatro  de cada 10 mexicanos reconoce ahorrar, especialmente entre los 18 y 29 años. Sin embargo, esto parece estar cambiando poco a poco. Según cifras de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro. (Consar), en los últimos cinco años, el ahorro voluntario creció 294% y en el primer cuatrimestre de 2018, el flujo de ahorro fue el más alto en la historia del sistema, al crecer 24.6%.

Esto quiere decir que las personas están cada vez ahorrando más de manera voluntaria a través de su Afore, lo cual, es una gran noticia, porque lo que hoy se ahorra de manera obligatoria, es decir, tan sólo 6.5% del salario, no es suficiente para que ningún trabajador pueda retirarse de manera digna.

De hecho, ahorrar esta cifra es prácticamente una condena: Alguien que ahorra obligatoriamente sólo 6.5% de su salario  para 2035, que es cuando van a comenzar a retirarse los primeros “aforados”, recibirá alrededor de 20% de su último salario, según previsiones del despacho De la Calle Madrazo y Mancera.

El panorama para esa generación que empezó a cotizar después de 1997 no es para nada alentador, porque para esta etapa de retiro sólo tendrán disponible los recursos que hayan acumulado en su Afore. Y a pesar de que no se ha jubilado el primer “aforado”, es posible ver en un espejo lo que le espera a México dentro de unos años: Chile. 

El sistema de Afore en México fue creado a semejanza del chileno, y en este  se empezaron a jubilar los primeros. Por desgracia, nada salió como lo planearon los Chicago Boys, economistas progresistas que planearon la política económica en el gobierno de Augusto Pinochet y a los que en algún momento se les achacó “el milagro chileno”.

Hoy la realidad es muy distinta y las pensiones que reciben los primeros jubilados chilenos los están condenando y orillando, en gran medida, a la pobreza.

En 2016, hubo manifestaciones históricas  contra las administradoras de fondos de pensiones chilenas y en octubre del año pasado, se llevó acabo un plebiscito no vinculante con el objetivo de preguntarle a la población si quería cambiar o no el sistema de pensiones. Este ejercicio arrojó resultados abrumadores: durante tres días cerca de un millón de personas votó y una contundente mayoría, 96.2%, le dijo “no” al sistema de pensiones actual.

Es importante puntualizar que las condiciones de los chilenos son más afortunadas que las de los mexicanos. Ellos dedicaron 10% de su sueldo a este esquema, mientras que los mexicanos sólo 6.5%. Así que si a ellos no les alcanzó, ¿qué podemos esperar?

¿Un pequeño empujón? 

Hay una alternativa que ha sido puesta en práctica en otros países para aumentar el ahorro para el retiro y que ha sido delineada a partir de la economía del comportamiento, una rama de la sicología que estudia la manera en la que los seres humanos tomamos decisiones.

Richard Thaler, un economista de la Universidad de Chicago que ha dedicado cuatro décadas de su vida a estudiar esto y que por ello se ganó el premio Nobel el año pasado, encontró que los seres humanos somos irracionales a la hora de decidir y que un “pequeño empujón” puede transformar nuestro comportamiento. 

Gracias a él, en Estados Unidos millones de trabajadores mejoraron sus contribuciones de cara a su retiro, porque él desarrolló el sistema SMART (Save More Tomorrow), el cual se aprovecha de la apatía y la inercia de los trabajadores al inscribirlos de manera automática a un sistema de retiro que les hace contribuir de manera progresiva para su retiro.

¿En México podría ser una alternativa? Muy probablemente sí. El ex gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, mencionó en algún momento a  la economía del comportamiento como una opción para contribuir a los planes pensionarios.

“El tema de fondo es el impacto económico que te genera eso. Entendemos el ahorro es bajo, perfecto, hay que ahorrar más, pero, ¿quién va a poner el resto, el patrón, el trabajador o el Estado? En este entorno económico complejo, esa es la pregunta que surge”, explica Moisés.