Guanajuato se ha convertido en un imán para la atracción de nuevas inversiones en últimas fechas. Actualmente, la entidad tiene el tercer lugar nacional en la atracción de inversión extranjera, lo cual significa que en los últimos siete años, ha recibido inversión extranjera y nacional por aproximadamente 9 mil 800 millones de dólares representados con el establecimiento de más de 240 empresas, de las cuales 120 corresponden a la industria automotriz, principalmente de origen japonés.

Entre las organizaciones asentadas en Guanajuato, se encuentran tres ensambladoras: dos de autos y una de motores (OEM, Original Equipment Manufacturer, por sus siglas en inglés), así como varios de sus proveedores Tier 1 y 2, lo cual también ha posicionado al estado en el tercer lugar en la generación de empleos con un incremento de 33% durante el primer semestre de 2014 con respecto a 2013.

Sin duda las ensambladoras que están por invertir en San Luis Potosí y Aguascalientes, recientemente anunciadas, impactarán directamente en la producción de autopartes de las compañías ubicadas en el estado.

Como resultado de lo anterior, durante el primer semestre del año, la producción de la industria automotriz local tuvo un crecimiento aproximado de 60%, con respecto al mismo lapso de 2013, lo que mejoró su ranking estatal, pasando de la sexta posición en 2013 a la segunda posición en 2014 en la república mexicana en producción automotriz, por arriba de Puebla y Aguascalientes, según revelan datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Tomando como referencia lo anterior se abre un abanico de oportunidades para los proveedores de productos y servicios que pudieran incorporarse a la cadena de suministro de todas las compañías que se están estableciendo en Guanajuato. De hecho, muchas de estas organizaciones están buscando la posibilidad de hacer negocios con empresas locales como parte de la estrategia de reducción de costos.

No cabe la menor duda de que las OEM ya cuentan con sus proveedores Tier 1 y 2, normalmente las negociaciones con este tipo de organizaciones se hacen desde el corporativo y con varios años de anticipación ya que el proceso de diseño, pruebas y producción es extenso, las empresas Tier 1 y 2 son estrictamente supervisadas en sus procesos de producción por las OEM, por lo que se requiere mucha inversión y experiencia para poder participar en este nivel. También hay compañías que se pueden clasificar como Tier 3 y 4 las cuales proveen subensambles a los Tier 2 y 3, respectivamente, en donde las empresas locales pudieran participar.

Es importante mencionar que ser un proveedor en este sector no es fácil, para poder participar se requiere que los empresarios desarrollen procesos efectivos para lograr ser proveedores confiables con productos de calidad, lo que significa entregar el producto acordado y en tiempo.

Existe una gran oportunidad para las empresas que desean incursionar en la industria automotriz para los próximos años. Pero estas deberán prestar especial atención a la competencia, las nuevas tecnologías y la demanda, pues la tendencia en el sector ha sido, es y seguirá siendo la optimización de los procesos para buscar una disminución de sus costos, por lo que el desarrollar proveeduría local para integrarlos a la cadena de suministro se ha convertido en un reto y al mismo tiempo en una gran oportunidad de negocio.

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