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Si quieres comenzar a viajar más frecuentemente y a un bajo costo, una tarjeta para este fin puede ser una gran opción. Por supuesto, puede serlo si la escoges y si la usas bien. En este camino, existen numerosas recomendaciones que tienes que atender para que ésta se vuelva un vehículo que te permita volar y no un lastre para tus finanzas.

Lo primero que tienes que saber es que no es lo mismo una tarjeta de viaje, que una tarjeta de millas. “En este país hay varias tarjetas en convenio con aerolíneas. Éstas tienen afiliación y te dan descuentos sobre tu boleto de avión siempre que lo compres con esa tarjeta. Pero tarjetas de millas hay entre cinco o seis”, explica Freddy Domínguez, director general y cofundador del comparador de productos financiero Comparagurú. Entendida esta diferencia, necesitas verificar que la tarjeta que estás pensando escoger sí te dé millas o kilómetros en vez de sólo beneficios al comprar.

No son para todos

Pero al contratar este tipo de plásticos y que no se terminen convirtiendo en una pesadilla, hay que tomar en cuenta varios aspectos, porque, como coinciden los especialistas, estas tarjetas de crédito no son para todos.

Al respecto, Emily Jablon y Daraius Dubash, una pareja de Estados Unidos que da consejos en el blog millionmilesecrets.com sobre cómo volverse un experto en colectar millas y puntos para viajar por el mundo, hacen hincapié en que si no pagas tus cuentas a tiempo, tienes un mal historial crediticio, no te gusta poner atención en los detalles o revisar tus estados de cuenta con cuidado, esto de juntar millas y viajar no es para ti. Además, aseguran que tampoco debes de embarcarte en este hobby, como ellos lo llaman, si estás a punto de pedir un préstamo grande o si tienes algún compromiso financiero de gran magnitud.

Para ti

Si eres totalero —es decir, pagas todo el saldo de tu plástico mes con mes— esto de juntar millas de viaje con tarjeta de crédito es perfecto para ti. Muchas veces estos instrumentos tienen tasas de interés altas si no pagas las cuentas a tiempo, pero al estar acostumbrado a liquidar mes con mes y no dejar que se te acumulen las deudas, esto no va a importarte.

En lo que sí tendrás que poner el ojo es en la anualidad del plástico. Muchas de estas tarjetas ofrecen la primera anualidad gratis y en el segundo año comienzan a diferirla.

Lo ideal siempre será buscar un plástico que no tuviera anualidad, pero si la tiene no quiere decir que sea malo porque muchas veces vale la pena gastar en este rubro.

“Muchas veces pagar la anualidad es válido porque los beneficios pesan más que los costos. Por ejemplo, si una tarjeta de crédito viene con una noche de hotel gratis, puede ser válido pagar la anualidad de 49 dólares”, sostienen Emily y Daraius en su blog. Así, pondera cuánto vas a pagar de anualidad versus los beneficios que te ofrece y si el valor de éstos es mayor, adelante con ese pago.

Metas claras, la tarjeta correcta

No se trata de sacar por sacar cualquier tarjeta de crédito con millas. Los que saben de esto recomiendan fundamentalmente que tengas claridad en tus objetivos. Es decir, que sepas qué aerolínea es relevante para ti –quizá porque viaja a los destinos que te interesan, por ejemplo– y qué lugares quieres visitar porque así no estarás juntando millas a ciegas para darte cuenta al final del año que tienes sí muchos puntos pero que no los puedes canjear para ir al destino que deseas ni en las fechas que te gustaría hacerlo, por ejemplo.

Un ejemplo puesto por Freddy Domínguez (el cual es además de fundador de Comparagurú es un viajero experimentado) ayuda a entender este punto: “El vuelo obligatorio que tengo que hacer al año es a República Dominicana, así que para mí la tarjeta de millas relevante es con una aerolínea que vuele a ese destino. Si la aerolínea no es relevante para tus hábitos de viaje no te va a servir”, explica.

En cuanto a las metas de viaje, muchas personas que han empezado en esto de juntar millas se arrepienten de no haberse puesto objetivos claros, cuenta la pareja de viajeros en su blog. Para evitar lamentos, ellos recomiendan que planees con un año de anticipación a dónde quieres ir y plantean te preguntes si quieres viajar a un destino nacional o internacional; si es playa o no; si prefieres los buenos hoteles u hoteles económicos que te permitan economizar tus millas, etcétera. Esto te lleva a definir qué aerolínea va hacia esos destinos a los que quieres llegar.

“Ya te decidiste a dónde quieres viajar, ahora necesitas ver cuántos puntos necesitas para llegar ahí. Por ejemplo ,si quieres ir a París, encuentra qué aerolínea tiene la mayor cantidad de viajes hacia ese destino por pocas millas y contrata la tarjeta que te los dé”, explican.

Ahora busca la institución

Ya que sabes qué destinos y qué aerolínea te conviene, busca el banco que tenga afiliación con ésta y que te dé millas por hacer cargos con ella. “Usualmente es más de uno, por ejemplo, Interjet tiene Inbursa y American Express; Aeroméxico tiene Banamex y American Express; United sólo tiene Banorte”, explica Freddy.

Si tienes dos opciones, compáralas cara a cara. Ya que lo ideal sería que fueses totalero, tienes que comparar anualidad vs beneficios, recomienda el especialista. Si una tiene 400 dólares de anualidad pero te da beneficios como acceso a las salas VIP, seguros de viaje y preventas a destinos, quizá te convenga: “Tú como usuario tienes que evaluar qué tanto importan ese tipo de beneficios para ti”. Eso sí, lo peor que puede hacer es pagar una anualidad que te ofrece beneficios y que no los aproveches.

Más consejos

Otro aspecto que tienes que tomar en cuenta en este tipo de tarjetas es en la oferta de adquisición, ya que algunas te dan incluso vuelos gratis o una buena cantidad de millas al momento de contratarla.

Matt Kepnes, —Nomadic Matt, se hace llamar— un joven estadounidense que desde los 23 años lleva viajando (ya tiene casi 30 y ha visitado 70 países), escribe un blog sobre ello y ha escrito un par de libros al respecto (best sellers del New York Times), asegura que éste es uno de los puntos principales que tienes que tomar en cuenta al contratar una tarjeta de millas.

“No adquieras una que no ofrezca estos beneficios, de otra manera te va a tomar años acceder a un vuelo gratis”, asegura.

Él afirma que no se suscribiría a un plástico que no le diera al menos 30 mil puntos de inicio, ya que de otra forma puede tomar demasiado obtener una retribución.

La cantidad de kilómetros o millas son importantes también. Por ejemplo, mientras la tarjeta de crédito Aeroméxico Banamex White Gold te da 1.84 kilómetros premier por cada dólar de consumo o su equivalente, la tarjeta Platinum te da 2 kilómetros por el mismo gasto. Claro, cada una tiene requisitos y anualidades diferentes, pero justo en esta elección de plástico tienes que ponderar todas las variables.

Toma en cuenta que Visa o Mastercard, dos emisores de tarjetas de crédito, también ofrecen promociones independientemente del banco que sea.

Lo que recomienda Freddy es que en redes sociales comiences a seguir al emisor de tu tarjeta de crédito porque así te enterarás prácticamente en tiempo real sobre las promociones en viajes que éstas te ofrecen.

Entre las recomendaciones de la pareja estadounidense que se la vive de viaje (quizá ahora ya por su lado porque en este momento se están divorciando) es que la tarjeta de crédito que escojas sea flexible, sobre todo si eres nuevo en esto de las millas, ya que a pesar de tus mejores esfuerzos por planear, nunca sabes qué dirección va a tomar tu vida. Por ejemplo, que te permitan pagar la anualidad diferida.

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