Cuatro de cada 10 que buscan abrir un restaurante en Querétaro desisten por lo engorroso de los trámites ante los gobiernos municipales, informó el presidente de la asociación de Empresarios Turísticos, Ricardo Veraza Peñaloza.
Reconoció que hay avances en la mejora regulatoria, pero no son suficientes para ayudar a las inversiones, sobre todo en San Juan del Río y Tequisquiapan en donde se requiere de la aprobación del Cabildo.
“De 10 negocios que quieren instalarse en Querétaro, seis se mantienen esperando su licencia hasta ocho meses y 40% desisten porque rentan el espacio, lo acondicionan y en lo que esperan los trámites ya hasta se acabaron el dinero”, refirió Veraza Peñaloza.
Pese a avances en mejora regulatoria, el tiempo que tarda un permiso orilla a los inversionistas a desistir, pues, aunque cumplan con los lineamientos municipales, el documento de visto bueno llega a tardar más de medio año.
Licencia para bebidas alcohólicas.
En el caso de restaurantes, explicó que es fundamental la licencia de venta de bebidas alcohólicas como un complemento del servicio que ofrecen, siendo uno de los principales obstáculos para continuar el negocio, debido a la tardanza en la dirección de gobierno del estado.
“La licencia de alcoholes esperemos que se agilice más porque sí se requiere; otro tanto es la falta de experiencia porque piensan que es negocio redituable vender alcohol, cuando el alcohol debe contemplarse como un complemento de los alimentos; se sigue trabando mucho la tramitología”, agregó el presidente de la asociación.
El gobierno del estado, a través de su portal de internet, refiere que dicha licencia es un “documento expedido por la Secretaría de Gobierno a través de la Dirección de Gobierno, que permite hasta por el término de un año, el almacenaje, venta, consumo o porteo de bebidas alcohólicas a personas físicas o morales, en los establecimientos y lugares que ésta regula, sujeto a refrendo anual y para un domicilio y giro específico, con el carácter de intransferible y para un domicilio específico e inamovible”.
Los municipios de Tequisquiapan y San Juan del Río son los más difíciles porque los permisos tienen que ser aprobados por los cabildos, mientras que en Corregidora, aunque ha mejorado la atención en los últimos años, son cinco trámites los que deben seguir, lo que genera la pérdida de inversiones.
Avanzar en la mejora regulatoria.
En este tiempo de campañas electorales, Veraza Peñaloza recordó que la principal demanda de los prestadores de servicios para todos los municipios, principalmente en la zona metropolitana, es avanzar en la mejora regulatoria.
Reiteró que las trabas en los permisos lleva a los emprendedores a perder su inversión, cuando sólo buscan una forma de generar ingresos y plazas de trabajo.
“Corregidora tiene la ventaja de abrirte un negocio rápido, pero no quita que tengas que hacer un trámite cuando en la capital es un trámite que abarca tres o cuatro aspectos; en donde es más complicado es en Tequisquiapan y San Juan del Río, deben pasar por el visto bueno de Cabildo y si no se junta o no suben el tema a la orden del día se pierde la inversión”, lamentó.