Gravar alimentos y medicinas podría traer una mayor recaudación fiscal, lo que se vería reflejado en una mejora en la infraestructura y servicios para la población en general, da a conocer el estudio “Una tendencia global. IVA en alimentos y medicinas”, elaborado por la firma KPMG México.
Además, se obligaría a las personas que trabajan en la informalidad a pagar impuestos a través de estos insumos, expone.
En el análisis se indica que es necesario que el gobierno obtenga más recursos de su base tributaria, y que la solución no es incrementar impuestos a los contribuyentes cautivos, sino obtenerlos de un gravamen como el Impuesto al Valor Agregado (IVA), a través de productos a los que todos tienen acceso.
“Un cambio de esta naturaleza permitiría ampliar la base de contribuyentes y gravar los consumos de quienes en el presente están en la economía informal y no contribuyen ni al ISR ni al IVA, aunque sí utilizan servicios públicos”, dice el documento de la firma KPMG México.
En tres puntos se plantean los beneficios que podría tener México al no exentar de impuesto a la comida y la medicina; el primero de ellos es una mejor recaudación, en el marco de un sistema más simple.
Desde el punto de vista técnico, el Impuesto al Valor Agregado es más simple de entender, recaudar y supervisar, además de ser menos volátil, ya que no necesita ajustes, deducciones y excepciones de otros gravámenes, como en el caso del Impuesto Sobre la Renta (ISR.)
El segundo apartado se refiere a que a largo plazo podría ser posible una disminución en la tasa del ISR. Esto tiene la ventaja de darle a las empresas más capital para inversión, lo que acelera la formación de riqueza y la creación de empleos.
Y por último, obtener más recursos para la infraestructura y competitividad del país. Los recursos son necesarios para que el gobierno construya más escuelas, hospitales, vivienda y otros servicios; con esta recaudación se podría apoyar estos sectores, a la vez, esto ayuda a que las reformas de educación y laboral que propone la federación tengan bases para salir adelante.
El estudio se realizó a 75 países miembros de organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el G-20, la Unión Europea y algunos países de Latinoamérica y Asia.
Ahí se detectó que 66% de las naciones tienen gravados los alimentos y medicinas. El 25% tiene un impuesto generalizado para estor rubros, mientras que el 41% lo aplican con tasas reducidas. En el caso de los impuestos reducidos, los porcentajes promedio son de 9% en alimentos y 7% en medicamentos.