Haz brincado de un trabajo a otro varias veces. Ya te has asentado pero sientes que calientas un asiento durante ocho horas y cinco días a la semana. Estás cómodo, pero realmente sientes que algo no encaja.

¿Estás seguro de que lo que estás haciendo realmente te mueve y te apasiona? ¿Tienes claro cuáles van a ser tus siguientes pasos profesionales? ¿Tienes visualizado el camino que vas a seguir? Antes de que corras a tocarle la puerta a tu jefe y renunciar a tu trabajo actual porque te has dado cuenta de que no te apasiona, necesitas trazar un plan de vida profesional. Éste es el camino que vas a seguir para alcanzar tus metas.

Si no se te vino a la cabeza una meta no te preocupes, es común que avancemos por la vida sin saber realmente qué es lo que queremos lograr, pero es momento de recapitular.

Ojo, caer en el ajetreo diario es sencillo. Stephen Covey, autor de Los siete hábitos de la gente altamente efectiva asegura que es increíblemente fácil caer en esta trampa.

“A menudo las personas se encuentran logrando victorias vacías. Personas pertenecientes a todos los trabajos luchan por lograr ingresos más altos, más reconocimiento o un cierto grado de competencia profesional, sólo para descubrir que su ansiedad por alcanzar la meta les ha privado de cosas que realmente importan”, sostiene.

Así, ésta es la siguiente pregunta que debes responder: ¿Qué es lo que realmente te importa?

Aquí es indispensable acotar que, si bien es necesario trazar un plan de vida profesional, éste no puede ser completamente efectivo si no se toman en cuenta otros aspectos de vida como la salud, el espíritu, las relaciones con los que verdaderamente nos importan y con la comunidad que nos rodea.

Así que conviene que también te preguntes más allá del trabajo, cuáles son los valores que rigen tu vida.

“Empezar con un fin en mente significa saber a dónde se está yendo para dar siempre los pasos adecuados en la dirección correcta”, asegura Stephen R. Covey en su libro.

El trazo de un plan de vida profesional es importante porque si no estás contento en esta área –a la que le dedicas al menos ocho horas, cinco días a la semana–, difícilmente lo estarás en el resto de los aspectos de la vida, asegura Ana Estrada, directora general y fundadora de Brújula Interior.

En este camino, tienes que encontrar el lugar del trabajo en las prioridades de tu vida. ¿Está primero que tu salud? Por tu bien es mejor que no. Debes de realizar una lista de prioridades que te permitirá darte cuenta qué es lo más valioso para ti, recomienda Michael Hyatt, autor de Creando tu plan personal de vida.

Parecería fácil, pero no lo es. Encontrar lo que nos apasiona en la vida no suele ser un camino sencillo. ¿Cómo encontrar lo que me apasiona en realidad? Es un camino de autoconocimiento pero hay una que otra clave para detectarlo.

Ana Estrada da una: “Fisiológicamente hay una señal de si estamos haciendo nuestros talentos. No me cansa, me gusta hacerlo y lo celebro. ¿Qué pasa cuando me siento cansado o pagaría porque alguien lo hiciera? Eso es un aviso fisiológico de que estás funcionando desde tu debilidad”, sostiene.

Para esto tienes que darte tiempo para conocerte y encontrar lo que te gusta, nadie, ni en la escuela ni en ningún otro ámbito, te dará ese tiempo así que más vale que lo reserves para ti.

Para estar completamente seguro el Departamento de Entrenamiento y de Desarrollo de la Fuerza de Trabajo del gobierno de Australia Occidental, recomienda, ya que descubriste tus habilidades y aspiraciones, explorar las ocupaciones y las áreas que te interesan. Esto se aplica aún si ya eres un profesional en alguna área.

Es decir, que si eres médico y estás pensando en cambiar de especialidad, por ejemplo, la recomendación es que te acerques a esta disciplina con el objetivo de que la pruebes primero.

La elección

Ya que tienes localizado qué es lo que te apasiona, necesitas elegir. En muchas ocasiones esta parte suele ser una de las más complicadas porque hacerlo implica dejar ir una o incluso varias opciones de vida.

“Si voy a trabajar en un lugar estructurado, voy a perder la libertad de mis horarios. Una elección implica una pérdida”, explica Estrada.

Enlista tus opciones y decide.

¡Hazlo!

Ahora, viene el que le des seguimiento, es decir, que lo ejecutes.

“Ya me conozco, ya logré bajar a papel las elecciones que implican lo que a mí me gusta, y ahora la tercera es hacer que suceda. Hay mucha gente que se queda con estas decisiones en papel”, asegura Ana.

Aquí es importantísimo tomar en cuenta que vas a necesitar altos niveles de fuerza de voluntad y tolerancia a la frustración, es decir, de resiliencia.

Hay cientos de definiciones pero el término se refiere esencialmente a la capacidad de los individuos para reponerse ante eventos violentos y traumáticos, aunque también ya se usa para referirse a la capacidad de levantarse ante un fracaso y volver al camino.

El camino podría ser largo y con no uno sino varios problemas, eso es seguro. Seguramente en esta puesta en práctica te darás cuenta de que tienes habilidades necesarias que no has desarrollado correctamente.

También tendrás que ser paciente e incluso salirte de tu zona de confort porque esto te ayudará a aprender.

Por ejemplo, quizá quieras dedicarte a algo que necesita que manejes el idioma inglés casi como un hablante nativo. Si no tienes esa parte desarrollada, necesitarás invertirle tiempo, dinero y dedicación para lograrlo, pero esta construcción día a día de tu futuro será tan gratificante como la meta a la que quieras llegar.

Por último, la recomendación es que revises cuál es la relación con tu trabajo actual. Esto te va a ayudar a dar los siguientes pasos.

Esto es una carrera de largo alcance. Nada se logrará de un día para otro, pero lo importante es que clarifiques qué es lo que quieres para tu futuro.

Aún si en el proceso de trazar y ejecutar tu plan de vida profesional te das cuenta de que lo mejor es renunciar, no lo hagas hasta que tengas claros los pasos que vas a dar antes, porque incluso tu renuncia deberá de estar contemplada dentro de esta planeación.

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