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México, segundo exportador mundial de automóviles en el 2020

México, segundo exportador mundial de automóviles en el 2020
28/08/2014 |00:20
Redacción Querétaro
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Desde el punto de vista de la competitividad y la productividad, durante los últimos 25 años, México se ha transformado, de ser un fabricante para el mercado interno, a ser el octavo productor y el cuarto exportador de automóviles a nivel mundial.

Entre las razones principales se encuentran las ventajas competitivas (riqueza dinámica) y comparativas (riqueza estática) con las que cuenta el país, por ejemplo, los acuerdos de libre comercio con las economías más importantes del mundo, que le permiten exportar a más de 80 países; estabilidad macroeconómica, bajos costos laborales, infraestructura, amplia disponibilidad de proveedores, talento y habilidades de la mano de obra, ubicación como proveedor regional y exportador a Europa, Asia y América Latina, cercanía al mercado de los Estados Unidos y disponibilidad de mano de obra.

En el pasado, las fuentes de riqueza provenían de los recursos naturales y su uso, por lo tanto se consideraba que ésta era estática. La riqueza dinámica, por el contrario, está relacionada con el talento y las habilidades, es decir, con la capacidad de crearla, lo que no tiene límite.

La industria automotriz en México tiene sus inicios en 1925 con la puesta en marcha de la primera planta de Ford, ubicada en el D.F. Posteriormente, en la década de 1930 tiene lugar la instalación de las primeras plantas de ensamble tanto de General Motors como de Chrysler.

Años más tarde, se instalan Nissan, en Cuernavaca en 1962, y Volkswagen, en Puebla en 1967, con motivo del decreto de la industria automotriz, que data del año 1963, el cual exigía a las empresas que quisieran comercializar sus productos en México fabricar localmente, con un contenido nacional de 60%.

De acuerdo con la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA), los líderes con mayor participación de mercado en México en 2013 fueron Nissan (24.8%), General Motors (19%), y Volkswagen (14.7%), seguidos por Ford (8.1%), Chrysler (7.4%); Toyota (5.7%) y Honda (5.5%). Otras marcas, como Mazda, Suzuki, Peugeot, Renault, Fiat y Mitsubishi suman un total de 14.8% de participación.

Tomando en cuenta las ventajas comparativas y competitivas en el sector automotriz, México se ha posicionado como un competidor de clase mundial, que ha desarrollado grandes habilidades con costos logísticos altamente competitivos fundamentalmente dentro de la región de Norteamérica.

La demanda de los tres países que conforman el TLC es superior a la producción interna; por ejemplo, en 2013 las ventas superaron los 18 millones de unidades, de los cuales sólo se fabricaron 16 millones en la región NAFTA (México, Estados Unidos y Canadá).

Esta brecha entre fabricantes y consumidores representa una oportunidad para la fabricación local, motivo por el cual se seguirán instalando nuevas plantas en México para los próximos cinco años.

Las empresas seguirán invirtiendo en México por la diferencia en los márgenes obtenidos —por los fabricantes de equipo original, y proveedores de primero y segundo nivel—.

En términos globales, la tendencia parece ser la regionalización. Así por ejemplo, en China los fabricantes de equipo original están produciendo localmente para el mercado interno, mientras que para la región del TLC la tendencia es producir en México.

La tradición y la tecnología de vanguardia de los grandes líderes del sector se conjugan con la excelencia operativa de una cultura con grandes habilidades y riqueza artesanal que, según las proyecciones más recientes, pronostican que, para 2020, México sea el segundo exportador de automóviles a nivel mundial.

*El autor es profesor decano del área de Dirección de Operaciones de IPADE Business School