Para el cierre del año, la Secretaría del Trabajo espera emitir entre 100 y 150 permisos de trabajo para menores de edad, comentó el titular de dicha dependencia, Israel Carboney Morales, quien afirmó que este año esperan cerrar con alrededor de 700 trámites de este rubro.
Aseguró que hasta el cierre de octubre se tenían registrados cerca de 500 permisos, cifra inferior al año pasado cuando se lograron expedir alrededor de mil; explicó que esta situación pudo deberse a la reforma laboral, donde se cambió la edad mínima de menores trabajadores de 14 a 15 años.
Lo anterior debido a que la edad promedio en que se concluye la educación básica son los 15 años, anteriormente se detectaba una mayor deserción escolar debido a que los jóvenes al obtener ingresos propios decidían abandonar la escuela para trabajar.
Carboney explicó que en los periodos vacacionales es cuando se expiden más permisos, y afirmó que el sector de las tiendas departamentales son quienes más solicitan los servicios de estos menores como empacadores.
Precisó que al ser una prestación de servicio temporal los niños no cuentan con prestaciones de seguridad social, pues sus ingresos dependen de las propinas que les dan los consumidores. Aunque sí hay empresas que los aseguran, sobre todo después de los 16 años, edad permitida por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“Hay empresas que sí los contratan como trabajadores formales, les dan sus prestaciones de ley, a los mayores de 16 años la ley ya les permite que les den prestaciones del seguro social”.
En cuanto a las solicitudes recibidas en la Secretaría durante los periodos de clases se reporta menos de 30%.
Afirmó que en lo que va del año se han realizado más de 140 inspecciones a diversos centros de trabajo para verificar las condiciones en que se desempeñan laboralmente los menores de edad; precisó que las verificaciones van en el sentido de que se desarrollen en lugares salubres, seguras, además de no trabajar en horarios nocturnos.
Explicó que sí se han detectado caso en algunos bares, sin embargo, los dueños de los lugares comentan que son sus familiares.