Los bancos desalentaron a las micro, pequeñas y medianas empresas (pymes), al restringirles el uso del crédito durante 2015.

De acuerdo con cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), los créditos bancarios para la actividad empresarial, excluyendo fideicomisos, ascendieron a un millón 10 mil 447 al cierre del año pasado y fue el número más alto desde que hay registros comparables, a partir de 2010, luego de aumentar en 36 mil 370 préstamos en 2015.

El saldo positivo se debió al otorgamiento de créditos a empresas grandes (aquellas con 251 empleados o más), pues para estos negocios se acrecentó en 42 mil 700 financiamientos y terminaron con 367 mil 779 el año pasado, el número más alto también desde que hay registros.

El saldo de la cartera vigente para establecimientos grandes tuvo un repunte de 16.5% anual, el mayor desde que hay cifras comparables, una vez descontada la inflación.

En contraste, los bancos decidieron disminuir el número de créditos a las pymes y principalmente a las empresas micro (aquellas con máximo 10 trabajadores), las cuales reportaron una reducción de 5 mil 112 financiamientos para acabar con 407 mil 445, la menor cantidad en cuatro años. Pese a ello, el saldo de la cartera vigente creció 16.9% real anual.

La cantidad de financiamientos bancarios a establecimientos pequeños (de 11 a 50 trabajadores) reportó una baja de 385 préstamos, su segundo año seguido de retrocesos, para quedarse con 195 mil 136 créditos, lo que significó el número más bajo desde 2011. El saldo de la cartera vigente aumentó 8.3% real anual.

Los negocios medianos (de 51 a 250 empleados) tuvieron una disminución de 833 créditos, su segundo año también a la baja, para quedarse con 40 mil 87 préstamos, lo que implicó el número más bajo desde 2011. El saldo de la cartera vigente se contrajo 4% anual en términos reales, luego de reducirse 5.9% en 2014.

Los resultados reflejan que la reforma financiera no le dio a los bancos incentivos suficientes para elevar la penetración bancaria, pues la regulación no les impone el cumplimiento de ese objetivo, opinó José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico.

HSBC fue la institución que más redujo el número de créditos a Pymes durante el año pasado, seguido de Banorte y Bankaool.

En el otro extremo, Santander fue el banco que más incrementó la cantidad de financiamientos para este sector, Banamex el segundo y BBVA Bancomer el tercero. Han transcurrido dos años desde aquel 10 de enero de 2014, cuando se promulgó la reforma financiera, la cual tiene como prioridad ampliar el crédito a pymes para incentivar el crecimiento económico.

Los bancos demandaron a cambio más garantías, las cuales fueron concedidas bajo un esquema que les permitió sentirse más confiados de que si no les pagan, no pierden todo, expuso David Olivares, analista senior de banca de la calificadora Moody´s.

Columna de la economía. Las pequeñas y medianas empresas constituyen la columna vertebral de la economía mexicana por los acuerdos comerciales que ha tenido el país en los últimos años y por su alto impacto en la generación de empleos y en la producción nacional.

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México existían un total de 5 millones 654 mil 12 negocios en 2014, en donde se reportaron 29 millones 642 mil 421 mexicanos ocupados, de los cuales 73.2% (7 de cada 10) trabajaban para pymes.

El término pymes comprende aquellas empresas con hasta 250 empleados, las cuales generan 52% del Producto Interno Bruto nacional.

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