El sistema financiero y bancario es una de las vías que utilizan los grupos organizados para lavar cerca de tres cuartas partes de los recursos que generan en sus actividades ilícitas, dio a conocer el representante en México de la oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito, Antonio Luigi Mazzitelli.
De acuerdo con cálculos de la organización, de los 2.1 billones de dólares que generó el crimen organizado, 1.6 billones fueron lavados en instituciones financieras.
El experto dijo que los recursos que genera el crimen organizado equivalen a 3.6% del PIB mundial.
A detalle, los negocios de la droga representan 320 mil millones de dólares; la piratería aporta 250 mil millones; el tráfico de personas, 31 mil 600 millones; la venta de animales, hasta 10 mil millones; las armas, otros 3 millones, y por el comercio ilícito de petróleo y sus derivados se generan cerca de 10 mil millones.
Comentó que para México no hay un monto específico de lo que se genera por estos ilícitos.
“Son mediciones complicadas. No hay una metodología cierta, pero hay estimaciones que deben tomarse con precaución”, aseguró durante el Segundo Seminario Internacional de Prevención de Lavado de Dinero que organizó la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco) de la Ciudad de México.
Precisó que los recursos que producen los grupos delictivos para los países en desarrollo son hasta 10 veces mayor que en los desarrollados.
En el caso de México, la infiltración de las organizaciones delictivas en el sector formal de la economía llega a niveles que “deben preocupar”, pues esos grupos aprovechan las “debilidades gubernamentales” para obligar a las empresas a pagar protección y a los gobiernos a pactar, algo que ha aumentado en los últimos años.
Mazzitelli agregó que los delincuentes inician con el negocio de la droga, su principal enfoque, pero van transformándose y extienden sus redes de operación e incrementan los instrumentos que utilizan para obtener sus ganancias.
Los grupos especializados en tráfico de drogas se convirtieron en organizaciones criminales que buscan controlar territorios con violencia, como ocurrió en Guerrero, Michoacán y en otros estados, detalló.
Mencionó que en México se observa que hay extorsiones y cobros de derecho de piso, con la idea de poco a poco infiltrarse en la economía formal. Por eso empiezan con droga y piratería, luego se infiltran a actividades ilícitas, como lo hacen en Acapulco, particularmente en el turismo, en donde llegan a pedir a un hotelero un 30% de sus ventas mensuales.
El representante de las Naciones Unidas añadió que si el gobierno federal propuso despenalizar el consumo de marihuana, se debe extender a los adictos a otras sustancias prohibidas como la heroína, metanfetamina, entre otras.