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Aunque el empleo en México tiende a mejorar, esto no beneficia a la mano de obra altamente capacitada y menos a las mujeres.
En abril pasado una de cada dos mujeres desempleadas tenían un nivel de instrucción medio superior o superior, mientras que la proporción entre los hombres fue de uno de cada tres.
Por género, la tasa de desocupación en abril fue muy desigual: mientras que el desempleo masculino se ubicó en 4.08% de la Población Económicamente Activa (PEA) con base en cifras desestacionalizadas, el desempleo femenino ascendió a 4.51%, una de las tasas más altas desde noviembre del año pasado.
Adicionalmente a lo anterior, cabe destacar que 49.89% de las mujeres desempleadas tienen un nivel de instrucción académico medio superior o superior, mientras que los hombres desocupados con alta preparación representan 37% del total.
“Desafortunadamente todavía hay muchas empresas en México que ven en la contratación de una mujer más un problema que una oportunidad, a pesar de que tenga estudios, debido a que la siguen ligando a su rol tradicional de madre y esposa”, comentó Irma Flores, directora de Red Ring, empresa especializada en asesoría laboral.
Hay un problema de equidad de género que aún no ha logrado superar el país, pues muchas empresas siguen prefiriendo hombres en posiciones profesionales. Como el hombre no se encarga de los hijos, se piensa que no va a faltar al trabajo y que va a tener mayor disponibilidad; sin embargo, está comprobado que las mujeres pueden arreglar este problema administrativo de su tiempo, de su espacio, de su familia, por lo que tienen las capacidades para ocupar estas posiciones, agregó la especialista.
Este problema de la desigualdad de género en el mercado laboral de México es similar en toda América Latina, las mujeres son un recurso desaprovechado por las economías de la región. Ellas tienen un potencial que debe ser desbloqueado, para que tengan una mayor participación en todas la actividades productivas del país, comentó la gerente divisional y vocera autorizada de Manpower, Adriana Cabrera.
Por lo que se refiere al problema del desempleo de la mano de obra calificada, opinó que este no necesariamente era un problema de género, ya que esto afecta a hombres y mujeres.
Desempleo, la menor tasa desde 2008. En lo que va del año se ha reportado una mayor generación de empleos en el sector formal de la economía, lo que ha contribuido a la reducción de la desocupación en términos generales.
En abril la tasa de desempleo se ubicó en 4.32% de la Población Económicamente Activa (PEA) con base en cifras ajustadas por estacionalidad, nivel ligeramente superior al 4.29% registrado en marzo, con lo que el indicador llegó al segundo nivel más bajo desde octubre de 2008.
El Inegi informó que con cifras originales (sin ajustar) la tasa de desempleo aumentó, al pasar de 3.86% en marzo a 4.31% en abril, pero fue inferior al 4.85% reportado en el mismo periodo del año anterior, situándose de esta forma en su tercer nivel más bajo en siete años.
Estos resultados son consistentes con la dinámica en la generación de empleo formal, ya que en el mismo mes el número de trabajadores afiliados al IMSS se amplió en 65 mil 117 plazas, lo que significó un crecimiento anual de 4.5%, el más dinámico desde diciembre de 2012.
Los resultados en materia de empleo y desempleo del cuarto mes del año apuntan hacia un moderado dinamismo económico al inicio del segundo trimestre del año.
Si bien la desocupación se mantiene a la baja, la gente con necesidad y disponibilidad para trabajar más horas tiende a aumentar. En este sentido la tasa de subocupación pasó de 7.5% de la población ocupada en marzo a 8.88% en abril.
Junto con lo anterior, la tasa de condiciones críticas de ocupación también aumentó de 10.9%% a 12.3% entre abril de 2014 y el mismo mes de 2015. Este es un indicador de condiciones inadecuadas de empleo desde el punto de vista del tiempo de trabajo, los ingresos o una combinación de ambos.