La Asociación de Bancos de México (ABM) señaló algunos riesgos sobre las nuevas disposiciones del Banco de México (Banxico) para dar mayor seguridad a usuarios de tarjetas de débito en caso de cargos no reconocidos.
“Se considera preocupante la exigencia de cubrir de forma automática, sin ninguna verificación de por medio, aquellos cargos no reconocidos por los clientes que hayan sido realizados las 48 horas previas al aviso que presenten sobre robo o extravío de tarjetas”, informó el organismo.
Ayer EL UNIVERSAL publicó que el Banxico propone que los bancos restituyan recursos a sus clientes en dos días hábiles cuando desconozcan algún cargo en su tarjeta de débito.
En los comentarios a las nuevas disposiciones que pretende aplicar el banco central al mercado de tarjetas de débito, la ABM dijo que debido a que el volumen de tarjetas de débito representa ocho veces el volumen de tarjetas de crédito, la obligación de responder de forma automática por cargos realizados antes del aviso representa un riesgo con posibles impactos que, con el fin de mitigarlos o prevenirlos, implicaría un aumento en el costo de servicios relacionados con las cuentas e impactaría en los esfuerzos de inclusión financiera.
Datos al cierre del primer trimestre del año de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, en México dan cuenta de que existen 102 millones 266 mil contratos de tarjetas de débito en el país, y 26 millones 878 mil de tarjetas de crédito.
El Banco de México cerró el pasado 23 de mayo la consulta pública sobre el proyecto de disposiciones que modifican reglas relativas a las operaciones con tarjetas de débito y crédito, en las que propone homologar a las tarjetas de crédito, la protección en cargos no reconocidos que opera actualmente para los plásticos de crédito.
Desde 2010, todos los emisores de tarjetas de crédito están obligados a reembolsar en máximo 48 horas cobros no reconocidos por tarjetahabientes derivado del robo, extravío o clonación del plástico.
Ante este cambio, los bancos del país argumentan que se trata de un riesgo variable de difícil cuantificación, toda vez que, a diferencia de las tarjetas de crédito, que cuentan con límite de crédito establecido por la institución, el monto expuesto sería 100% del saldo de la cuenta, y al tener el cliente la libre disposición de los recursos, no existen mecanismos para hacer contracargos en la cuenta.
“Depositar los recursos en la cuenta del cliente implica un riesgo real de pérdida para las instituciones de crédito en aquellos casos en que se utilice esta figura, toda vez que el cliente puede disponer de forma inmediata de los recursos sin estar obligado a cubrirlos en caso de reclamaciones improcedentes”, explicó la ABM.
El gremio de los banqueros añadió que no existe una obligación contractual entre el cliente y el banco que obligue al primero a restituir los montos retirados, como sí sucede en el caso de tarjetas de crédito cuando una reclamación del cliente resulta improcedente.
“Ello es un incentivo para el uso abusivo de la figura”, dijo.
La Asociación de Internet.mx dijo que otras de las disposiciones que pretende aplicar el banco central, principalmente en la solicitud de dos medidas de autentificación de identidad de usuarios de tarjetas, puede inhibir el comercio electrónico.
“Entendiendo que puede haber operaciones sujetas a doble autenticación, es que los comercios y los intermediarios en pagos electrónicos tengan la posibilidad de decidir cuáles son operaciones sujetas a doble autenticación”, explicó.