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El programa de construcción de barcos para Pemex Refinación es para revivir a la industria mexicana, a los armadores nacionales y el acuerdo que se tiene hoy con los astilleros de Galicia es sólo para asesoría técnica o tecnológica, nada de los 250 millones de dólares que se van a gastar en estos proyectos se va a construir allá, todo va a ser en México, explica Miguel Tame, director de la paraestatal.
El funcionario se desmarca de otros acuerdos. “Lo que vaya a pasar con Pemex Exploración y Producción (PEP) es otra cosa, si ellos van a contratarlos para los floteles no se sabe, pero nosotros todo lo vamos a hacer en el país, y para ello realizamos una certificación de astilleros con capacidad y hasta ahora hay tres que cumplen los parámetros”, dijo.
En entrevista con EL UNIVERSAL adelanta los detalles en torno a la renovación de la flota petrolera y los acuerdos a los que se llegó con el sindicato petrolero. En primer lugar se tiene una renovación parcial de la flota petrolera, una parte que se hizo en 2008 y otra que llegó en este año: hablamos de remolcadores, barcazas y chalanes.
“La flota mayor es la más grande del país como flota mercante, con 20 barcos, y esa capacidad ninguna empresa la tiene. De ésta iniciamos una estrategia de renovación en 2010 y terminamos este año”.
Respecto a los cerca de 240 trabajadores que tenía la empresa sin materia de trabajo, luego de que los barcos que tenía bajo su responsabilidad quedaron fuera de operación al no cumplir las especificaciones de seguridadse inició una nueva estrategia.
Cada barco nuevo necesita cerca de 25 tripulantes y se les ha capacitado para entrar a las nuevas embarcaciones; hoy quedan unos 60 trabajadores en esta condición, pero se van a enviar a trabajar a la flota menor, y el resto se van a ir a operar el buque tanque enorme de almacenamiento que tiene Pemex Refinación (FSOP).
“La estrategia surgió a partir de 2010 basado en que se tiene la disponibilidad de mano de obra calificada y de que la situación del mercado es propicia y que tenemos los recursos. Así hemos cubierto el aspecto laboral, y por el otro lado la eficiencia en la distribución de petrolíferos en los litorales del país”, señala Tame.
La renovación que se hizo en el 2008 (con 20 buques) permite reducir a la mitad los tiempos de entrega. Hoy se tienen 13 nuevos buques que se usan para llevar producto de la refinería de Minatitlán a toda la costa del Pacífico y los resultados concretos es que un circuito que se hacía en 22 días ahora se hace en nueve, explica.
Miguel Tame señala que la paraestatal tiene como objetivo aprovechar el mal momento del mercado naval. En 2008 compraron cuatro navíos en 68 millones de dólares y ahora se compró el doble por la mitad.
“Hoy las condiciones de la economía mundial nos permite tener verdaderas ofertas porque no hay demanda de barcos de ese tamaño, es una oportunidad dorada, con la ventaja de que Hacienda nos había autorizado el presupuesto, pusimos en marcha todos nuestros recursos para poder adquirirlos, estos barcos son nuevos, recién salidos de astilleros”, dijo.
Hay otros dos barcos en construcción que se necesitan también en Pemex Refinación; sin embargo, ahí se quiere probar otros esquemas de negocios como pueden ser no tener que comprarlos sino usarlos sólo para los fletes.
Se pueden usar en una operación de importación y exportación en una actividad de distribución, lo que le va a dar más dinero a Pemex Refinación, destaca Tame.