El Capital de Riesgo o Private Equity (PE) es una industria que esta por entrar en su 4ª década. Desde el comienzo de los llamados Bootstrap Operations que formalmente se convierten en Private Equity con la creacion del primer fondo de KKR (Kravis Kolberg & Roberts), que hoy sigue siendo los fondos mas grandes del mundo.

Private equity, como muchas otras industrias en una industria cíclica. Un estudio realizado por la prestigiada firma de Consultoria Bain & Co en su reporte anual de la industria, identifica 3 etapas que ha vivido la industria en Estados Unidos:

I. 1980-1989: Los fondos de PE invierten adquiriendo conglomerados, esto dado laS facilidades de credito para financiar adquisiciones con los conocidos Junk Bonds

II. 1990-1999: Con la sequia de financiamiento, los fondos vuelven a la escena a mediados de los 90s dado el crecimiento del PIB en Estados Unidos y la expansión de los múltiplos de valuación

III. 2000-2007: A principios del milenio, después de la llamada Internet Bubble y el 9/11, las tasas comienzan a bajar y el crédito vuelve, lo cual hace que la industria de Private Equity vuelva a crecer, llegando en 2007 la industria a hacer compras de compañías por 600 mil millones de dólares.

En México sin embargo la industria es una que tiene relativamente poco tiempo. Los fondos establecidos de Capital de Riesgo en el país, tiene menos de dos décadas de existir formalmente. A diferencia de Estados Unidos donde encuentras fondos que se especializan por industria, growth (capital de crecimiento), turnarounds (empresas con problemas financieros/operativos) y leverage buyouts (compras con mas de 70% del pago a través de deuda).

En México todavía los fondos no llegan a ese nivel de especialización, por lo que podemos decir que la industria tiene fondos generales con enfoques por industria.

Es común escuchar el término fondo, la realidad es que los fondos de Private Equity institucionales tienen estructuras, gobiernos corporativos y equipos operativos que buscan maximizar el retorno de sus inversionistas y de sus socios a nivel compañía.

Dado este contexto de la industria en México, la pregunta es: ¿Qué perspectivas tiene la industria en nuestro país? Con una situación macroeconómica aparentemente estable, una proyección de crecimiento de alrededor de 4%, un gobierno entrante que pretende hacer reformas estructurales y una legislación que permite a las afores invertir los ahorros de sus pensionados en estos vehículos, se vislumbra que la industria está por entrar en una etapa de crecimiento.

El mismo estudio de Bain & Co nos refleja que América Latina tuve un crecimiento compuesto de 58% en sus montos para invertir. Esto indica que en el caso de México que las AFORES están buscando esos retornos atractivos de más de 10% después de fees que ha proveído la industria de Private Equity a sus inversionistas en los últimos 5 años.

Esperemos que esto no solo se traduzca en buenos retornos, sino también en generación de empleos, crecimiento de empresas medianas, fondeo a emprendedores y por último compañías que puedan ofrecer al mercado de valores a través de IPOs nuevas oportunidades de inversión para el público en general.

* El autor es analista de Discovery Américas

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