México apostó por la transparencia en los procesos de licitación de campos petroleros, porque “la opacidad es un mal negocio”, aseguró el comisionado presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), Juan Carlos Zepeda.
En entrevista con EL UNIVERSAL, a unas cuantas horas de la segunda fase de licitación de la Ronda Uno, que involucra cinco áreas contractuales, el funcionario comentó que “una industria que carece de transparencia y es opaca, genera riesgos, incertidumbre y para los inversionistas no es buena señal”.
“No conozco ninguna experiencia en el mundo en donde sean tan transparentes como en nuestro país, ni en Noruega, Inglaterra, Estados Unidos, Colombia o Brasil”, dijo.
En México, añadió, la razón de optar por la transparencia y la rendición de cuentas es “porque es lo correcto y así lo demanda la sociedad, y porque si queremos desarrollar una industria, la mejor forma de hacerlo, con sentido de negocio, es la transparencia; de otra forma le imponemos un riesgo e incertidumbre que desalientan las inversiones”.
Reconoció que al inicio del proceso hubo “molestia” de las empresas por la inflexibilidad y porque todas las acciones a llevar cabo tendrían que ser públicas, incluidos los contratos que se firmarían en fechas posteriores, como sucede con los dos primeros que se otorgaron a Sierra Oil and Gas, cuyos detalles se encuentran disponibles en la Bóveda Digital.
No obstante, hoy reconocen que la transparencia permite tener mayor certeza en la competencia.
“Nuestro reto y visión en la CNH, no lo medimos en materia de empresas petroleras o número de contratos, sino en la medida en que nos ganemos la confianza de los ciudadanos”, dijo.
“Por supuesto que adjudicar el mayor número de contratos posibles es una meta prioritaria, pero nuestra primera prioridad es la transparencia”.
Se trata, enfatizó, de una estrategia que se va a aplicar en todas las rondas y en los procesos de asociación (Farm Outs) que piensa llevar a cabo Petróleos Mexicanos (Pemex).
“También con esa empresa productiva del Estado habremos de ser rigurosos; ella vendrá y dirá, en estos campos voy a ir en sociedad, y junto con la Secretaría de Energía (Sener) se determinará el tipo de contrato y las condiciones técnicas y operativas; Pemex podrá elegir entre buscar un socio financiero u operador”, detalló.
Pero, luego de contar con toda la información, la CNH lanzará una o varias licitaciones internacionales para encontrar a los socios de Pemex, con base en las mejores condiciones que le pueden ofrecer a la petrolera mexicana.
“Queremos darle certeza a todos, inversionistas, opinión pública, a todos, para que la CNH se consolide en los próximos 10 o 15 años como la institución que dé confianza a los mexicanos y a la industria y estemos siempre bajo la lupa”, subrayó Zepeda.
Debemos tomar en cuenta, explicó, que la CNH es un órgano ejecutor que recibe los lineamientos de la política energética a seguir de la Secretaría de Energía y los parámetros financieros y fiscales de Hacienda.
“A nosotros nos toca aplicarlos y no hay forma de flexibilizar esas condiciones”, recalcó Zepeda.
El titular de la CNH dijo que para la segunda licitación de la Ronda Uno, que se lleva a cabo hoy, colocar tres contratos sería un éxito.
Hay razones para pensar que pueda ser así, señaló. Uno, que el gobierno federal, Sener, Hacienda y CNH tuvieron un aprendizaje de la primera licitación y corrigieron errores.
En la primera licitación, añadió, se observó que las garantías financieras que se pidieron eran elevadas para el tipo de contrato, aunque las áreas contractuales eran atractivas, principalmente para empresas medianas.
Algunas reglas eran restrictivas, reconoció, ya que intentar modificar un consorcio que se había conformado en las semanas previas al día de la licitación resultaba sumamente difícil, por lo que se necesitó ser más flexibles.
En cuanto a la concurrencia de empresas, se puede decir que no estuvo mal, señaló. “Hubo siete licitantes que presentaron ofertas para seis áreas, pero en cuanto a sus ofertas económicas, la mayoría se situó por debajo del mínimo”, explicó Zepeda.
“Lo que hizo Hacienda fue anunciar los precios mínimos 15 días antes de la licitación, porque en un entorno de precios bajos (38 dólares por barril), el riesgo es que sigan pujando por debajo de lo esperado”, agregó.
Ahora, con los números sobre la mesa es posible y más fácil que las licitantes hagan un esfuerzo para colocarse por arriba de esos precios mínimos.
Zepeda precisó que “si bien el precio del petróleo no podemos modificarlo, porque está más allá de nuestras posibilidades, hay factores que podemos controlar, y se corrigieron porque generaban un obstáculo a la inversión”.
Además, se trata de campos ya descubiertos que no tienen riesgo geológico o exploratorio. Son campos agrupados en cinco contratos con crudo ligero y pesado, lo que sin duda resulta atractivo para los inversionistas.