El uso de tapetes antifatiga en las empresas e industrias puede incrementar hasta 8% la productividad de un empleado, aseguró el director del Grupo Niva, Luis Miguel Niembro Calzada.
Además reducen entre 20% a 25% la fatiga normal, pues están diseñados y elaborados para personas que trabajan mucho tiempo de pie frente a una máquina.
Dijo que el estudio que demuestra la mejora en la producción utilizando esa herramienta, lo realizaron estudiantes que hacían sus prácticas profesionales en la compañía Dana.
El fabricante de esos productos le surte este tipo de material a empresas ancla como Bombardier, Volvo, Dana, entre otras, y exportan tapetes al norte del país, así como a Brasil y Bolivia.
El directivo recordó que inició ese negocio desde 2002, y en esos años no era muy conocida la cuestión ergonómica en la zona centro del país, a diferencia del norte por su cercanía con la cultura americana.
“Nos ha costado mucho llegar a donde estamos y mantenernos, porque hemos crecido con nuestros propios recursos y hemos tenido años buenos y otros muy malos”, reconoció el director.
Sin embargo, dijo que con la apertura industrial que hay en la zona se han visto muy beneficiados, ya que las exigencias de las grandes empresas a las que les brindan los servicios piden tener esos productos.
Dijo que por el modelo y el tipo de tapete son los únicos fabricantes en el país, lo que representa una gran fortaleza.
Además de que su gran competencia, que son las compañías de Estados Unidos, manejan medidas estándar o rollos y su negocio hace medidas especiales que son una buena opción, porque se adaptan a las necesidades de cada industria.
Confió en que el año próximo puedan mejorar los estándares de calidad para ampliar su oferta de exportación.
Recordó que la idea de elaborar esos tapetes surgió por la inquietud que tenía de fabricar algo, ya que en su formación académica es en ingeniería industrial.
“En el 2000 le dije a mi esposa: quédate con el negocio y yo quiero fabricar algo, y así empecé con tapetes, pero de logotipo y a los dos o tres años alguien se acercó y me preguntó si no conocía los tapetes antifatiga y les dije que no”, comentó el empresario.
Dijo que empezó siendo distribuidor de esos productos en una compañía americana, aprendió de ellos y lo entrenaron, sin embargo, eran muy caros esos productos y en ese momento la industria era muy difícil que los comprara.
“A mí me gusta la cuestión de creatividad, hice la fabricación en Querétaro, un modelo similar al de los americanos y con base de tesón y prueba y error ya lo tenemos”, indicó.
Al mes producen cerca entre 2 mil a 3 mil tapetes estándar de 60 x 90 metros, le surten a alrededor de 50 empresas ancla y dan empleo a más de 15 personas.