Después de tres años y medio de reestructura financiera, la desarrolladora de vivienda Sare vendió sus primeras 38 casas en el segundo trimestre del año, con lo que reinició formalmente sus operaciones en el país después de declararse en insolvencia económica.

En esta nueva etapa, Sare se enfocará en la venta de vivienda en entidades como Querétaro, Guanajuato, Jalisco, Puebla, Aguascalientes, San Luis Potosí, estado de México y Distrito Federal, debido a que concentran 53% de la población y 45% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el director general de Sare, Juan Carlos Díaz Arelle, comentó que el plan de la desarrolladora es comercializar viviendas con un precio promedio de 550 mil pesos, meta a la que esperan llegar en tres años.

“Hoy, nuestro enfoque más importante es reconformar la empresa con cimientos sólidos. El foco no es tanto el volumen o el monto de los ingresos. La empresa va a crecer de manera importante con un enfoque basado en la rentabilidad. Queremos irnos más a un producto que empiece en los 450 mil pesos y hasta un millón 600 mil pesos, y si nos dispersamos mucho geográficamente o en la gama de productos que ofrecemos, nos debilitamos”, explicó Díaz Arelle.

Para este año, la meta de Sare es comercializar 900 casas, mismas que representan ventas por aproximadamente 450 millones de pesos.

“Es un buen principio. A mí me gusta mucho esta industria, este negocio. Me gusta ir a ver los terrenos, ver que estamos pegando ladrillos y terminando las casas, ver que en los puntos de venta llega la gente a comprar una vivienda y ya están nuestros asesores de venta con las camisas de Sare”, comentó el director general de la desarrolladora.

En septiembre del año pasado, Sare obtuvo una capitalización por mil 500 millones de pesos, de los cuales, 600 millones se utilizaron para pagar deuda y 900 millones quedaron como recursos frescos para invertirse en proyectos inmobiliarios.

“Con esa capitalización nos da para llegar a nuestros objetivos. Dividimos la reserva de tierra en estratégica y no estratégica. Tenemos 12 proyectos estratégicos donde vamos a desarrollar vivienda y en el primer trimestre del año compramos cuatro reservas de tierra adicionales”, explicó Díaz.

Las nuevas reservas territoriales de Sare se encuentran ubicadas en el estado de México y en Querétaro, que en conjunto alcanzan para construir 3 mil 500 casas.

Al mismo tiempo, la empresa venderá terrenos y desarrollos inconclusos en los estados de Michoacán, Morelos y Guerrero.

Además, en el segundo semestre del año, Sare echará a andar cuatro nuevos proyectos inmobiliarios en Puebla, Toluca, Tecamac y Cancún.

Para reactivar operaciones en algunos desarrollos que abandonaron por más de 3 años, la empresa se apoyó en la Fundación Hogares, una institución de asistencia privada que apoya desarrollos de vivienda que se deterioraron con el tiempo.

La fundación llevó a cabo un diagnóstico de los fraccionamientos para detectar las necesidades de los habitantes y volver a entrar de manera ordenada para que el trabajo de mantenimiento sea en favor de los vecinos de las unidades habitacionales y así, contar con un mejor negocio. “Quizá en algunos lugares no servía el alumbrado público, había algunos baches, las áreas verdes no estaban como deberían estar y el diálogo con los vecinos es: Éste es un activo de Sare, tú eres vecino pero tenemos terreno aquí y para desarrollar y vender, tenemos que reactivar los servicios”, explicó el director de la compañía.

Además del reordenamiento financiero y corporativo, la empresa cambió su logo y modificó el nombre a algunos de los desarrollos para promoverlos de mejor forma.

Reestructura de deuda

Actualmente, la deuda bancaria de Sare asciende a 906 millones de pesos, misma que ya se redujo en 35% a partir de la reestructura que se hizo con varios bancos. Con HSBC renegociaron 60% del pasivo bancario de la compañía, con lo que lograron distribuir su deuda en 50% de corto plazo y 50% de largo plazo.

Sare espera renegociar su deuda con tres bancos restantes en el tercer trimestre del año.

A Banamex le deben 132 millones de pesos, pero con ellos ya firmaron un nuevo contrato para pagar esa deuda; a Banorte le deben 55 millones de pesos y a Bancomer otros 102 millones de pesos, y ya están en pláticas para llegar a un nuevo acuerdo de pago. En el segundo trimestre del año, la desarrolladora obtuvo ingresos sobre ventas por 66 millones de pesos y 3.6 millones de utilidad antes de impuestos.

La compañía también generó más empleos, pues de los 41 con los que inició 2015, ahora ya son 60.

Díaz confía en que el próximo año comenzará la etapa de crecimiento sostenido de Sare, pero lo más importante es que ya están nuevamente en operación.

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