En este año Pemex ha detectado cerca de mil tomas clandestinas en sus ductos, una cifra sin precedente en la paraestatal y significa al menos 30% más que las localizadas el año pasado.

De acuerdo con cifras de la paraestatal, entre 2005 y 2012 la cantidad de tomas clandestinas localizadas y controladas aumentó 635%, es decir, siete veces, al pasar de 136 a las mil actuales.

Los productos más robados son la gasolina y el diesel, pese a los esfuerzos que se realizan para frenar las tomas clandestinas en los ductos.

En 2006 se robaban 4 millones 825.4 barriles de producto y en 2010 esta cifra se redujo a un millón mil 712 barriles. En 2011 este monto se redujo a 1.5 millones de barriles y tan sólo en el primer semestre de este año el monto al que se llegó fue a 1.8 millones de barriles.

Especialistas consultados al respecto informaron que para diciembre la cifra de combustible robado puede alcanzar los 2.2 millones de barriles con hasta mil 200 tomas clandestinas, muy por arriba de lo que se reconoce oficialmente.

En este año, con el incremento mensual en los precios de gasolina y diesel el robo de combustibles se convirtió en una actividad redituable para el crimen organizado.

Pemex considera que el valor de mercado que se tiene en las pérdidas por robo oscila entre 3 mil y 3 mil 200 millones de pesos anuales y la problemática del robo a ductos se conjunta con las operaciones que realiza el crimen organizado.

En 2012, Veracruz es la entidad más vulnerada por la comisión en este delito y es donde hay mayor cantidad de tomas clandestinas en los ductos de Pemex Refinación que cruzan por el estado. Detrás le siguen Sinaloa, Tamaulipas, Sonora y Nuevo León. Los robos se intensifican donde hay más ductos; por ejemplo, en Sinaloa hay problemas serios con el ducto que va de Topolobampo a Culiacán y en el que llega de Mazatlán. También los ductos que van de Cactus, Tabasco; a Guadalajara, Jalisco; porque cruza Puebla, Estado de México e Hidalgo.

El combustible robado tiene dos destinos: para consumo de bandas del crimen organizado o bandas comunes, y el otro, para consumo directo, incluso vía gasolineras.

El robo de hidrocarburos en la Red Nacional de Ductos es combatido y hasta ahora 90% de las tomas se han localizado a tiempo lo que ha impedido que haya accidentes. A junio el combustible sustraído era de 1.9 millones de barriles. Según un informe de Pemex a agosto “el alza en tomas clandestinas y en volumen estimado de robo observados, se debe a que los Sistemas de Ductos están prácticamente tomados por bandas del crimen organizado y grupos armados”.

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