Al mes inician actividad entre cinco y seis nuevas unidades de negocio en la zona del Centro Histórico, en algunos casos son ampliaciones o cambios de giro, informó el vicepresidente del Centro Histórico en la Cámara de Comercio de Querétaro, Antonio Torres Rico.
“Algunas de ellas vienen a entrar ya en unidades que están trabajando, otras vienen a ser algunas remodelaciones en las unidades de negocio, pero calculamos que son algunas cinco a seis unidades de negocio por mes que se abren”, dijo.
Explicó que en algunos casos se hacen restauraciones en los inmuebles, pues deben apegarse a diversos lineamientos al estar en una zona declarada Patrimonio de la Humanidad. A eso se suma que hay varias casonas con actividad comercial, por lo que también deben ser sujetas a un mantenimiento constante.
“La verdad es que es muy caro el tema de restauración para el Centro Histórico, porque tiene dos vertientes, la primera es que sí o sí tenemos que apegarnos a la política de Patrimonio de la Humanidad, sí o sí nos conviene cuidar y mantener las casonas y los edificios en este esquema de remodelación y de crecimiento porque son el primer ingrediente para que podamos recibir a visitantes”.
Señaló que para los consumidores es muy atractivo acudir a un negocio que está en una casona localizada en el primer cuadro de la ciudad.
“La gente quiere hoy conocer las casonas, la gente quiere estar en patios antiguos, con una historia que de alguna manera les transmita lo que haya adentro y ese tipo de historias, de casonas nos dan esa gran oportunidad de tener ese adelanto de que la gente no solo vaya a comer un platillo, sino que también pueda conocer un espacio que tiene una historia”, dijo.
Las inversiones promedio dependen de cada giro y del tipo de recinto, sin embargo, señaló que en algunos casos ronda entre tres y cuatro millones de pesos si la unidad de negocio es pequeña y en las unidades grandes los costos se disparan.
Asimismo, mencionó que en el primer cuadro de Querétaro hay alrededor de cinco mil licencias de funcionamiento.
Respecto a los operativos que a finales del 2023 realizaron autoridades municipales para retirar mobiliario de la vía pública, Torres manifestó que los establecimientos deben apegarse a la reglamentación en la materia; añadió que en los casos en los que se retiró material, se debe a que no habían cubierto el pago de la licencia para usar esos espacios, que habían incurrido en alguna omisión u otro motivo.
“El tema del mobiliario en vía pública es un tema de orden, de mantener un Centro Histórico bajo un proyecto que todos queremos y en este caso el INAH ha marcado siempre la pauta de qué espacios públicos sí pueden contar con mobiliario público y en qué espacios no pueden tener mobiliario público. Y aquellos espacios que sí pueden contar con mobiliario tienen que apegarse a la política que se establece”, comentó.