Con más de 28 años de experiencia en el sector servicios, Rosalinda Hernández Rosiles es la nueva presidenta de la delegación Querétaro de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac).
En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, se describe como “una mujer muy optimista, luchona, siempre echada para adelante” y agradecida por la confianza del gremio.
Sobre su nueva responsabilidad, platica de los principales compromisos que se asumen, así como la apuesta a la recuperación a 100% de la industria durante 2023.
Expone que entre las primeras acciones que emprenderá está la profesionalización de los colaboradores y la certificación de los establecimientos.
Tenemos claro, dice, que al ser el estado un destino de atracción para el turista tanto de negocios como de placer se debe ofrecer y garantizar un servicio de calidad.
“El compromiso que tengo es que estamos haciendo planes de trabajo con diferentes ejes, uno de ellos es la profesionalización del sector a través de la capacitación de colaboradores como meseros, capitanes, gerentes y hasta los propietarios de los restaurantes porque el gremio debe estar más unido que nunca”, señala.
A esta acción, agrega el impulso para la certificación de los establecimientos. Actualmente, suman alrededor de 300 los negocios afiliados en Querétaro.
“Dentro del plan que traemos es buscar a todas las secretarías, tanto estatales como municipales, y trabajar en conjunto para crear proyectos y programas en capacitación, como certificaciones, porque Querétaro es un lugar turístico y se caracteriza por su buena comida y lo que queremos ofrecer es un servicio de primer nivel”, comparte la nueva dirigente, quien adelanta que será en el mes de febrero próximo que se llevará a cabo la ceremonia oficial de toma de protesta del nuevo comité.
Hernández reconoce que la tarea no es sencilla, más cuando se tiene a uno de los sectores más castigados por la pandemia y que a tres años de la crisis de salud y económica, sigue sin alcanzar la recuperación total.
Recuerda que la emergencia sanitaria llevó al cierre definitivo de establecimientos, otros más intentan regresar al mercado; también dejó una industria mermada en su capacidad financiera, aunado a la pausa en la toma de decisiones de nuevas inversiones, y enfrentar el encarecimiento de insumos que en caso de los productos cárnicos se elevó hasta 50%. Ajustes que finalmente llevaron a modificar a partir del mes de septiembre pasado los precios de las cartas en los restaurantes.
En medio de esta situación, confía en que el mayor movimiento de comensales que se registra en la última etapa del año permitirá cerrar de manera positiva. La estimación que se tiene es que al concluir 2022 se tendrá una recuperación de la actividad de 95%, con relación a 2019, año prepandemia.
Asegura que el ánimo es de confianza y la apuesta, que 2023 será el año de la recuperación total de la industria gastronómica, actividad económica que seguirá siendo respetuosa de las medidas relacionadas al comportamiento de Covid-19.
A la par del proceso de recuperación, dice que, como parte del plan de trabajo, el comité directivo se ha comprometido a aumentar la presencia y afiliación a Canirac; la idea es sumar a los municipios queretanos, ya se busca la integración de San Juan del Río, Cadereyta y Jalpan.
Para alcanzar estos propósitos, resalta la labor que ya se realiza con autoridades del gobierno estatal y de los municipios con el único propósito de crear proyectos y programas que favorezcan la activación del sector de los servicios y se atiendan de manera conjunta temas que preocupan a los empresarios y que tienen que ver con licencias, seguridad y movilidad.
Por ahora, la cámara, junto con el municipio capitalino, trabaja en identificar y habilitar mayores espacios de estacionamiento que permitan ofrecer mayor confianza y seguridad a los comensales.
