México.- La situación económica del país cuando asumió la presidencia Enrique Peña Nieto y la que encontrará Andrés Manuel López Obrador estará marcada por los contrastes. Por ejemplo, el crecimiento económico del país hoy es menor al que existía en 2012, con una inflación ligeramente superior a la que prevalecía en aquel entonces.
Hace siete años, el tipo de cambio vivía un periodo de relativa estabilidad con un dólar que se vendía alrededor de los 13 pesos, contra la cotización actual que supera las 20 unidades en medio de grandes fluctuaciones.
Al inicio de la presente administración, los precios del crudo mexicano superaban los 90 dólares, lo que se traducía en mayores ingresos petroleros. Actualmente la producción y los precios internacionales de la mezcla mexicana se han desplomado, constituyéndose en un factor de debilidadpara los ingresos del Estado.
A favor, se puede destacar que la tasa de desempleo hoy es menor a la que existía en 2012, gracias a la fuerte generación de empleos en el sector formal de la economía. Asimismo, la reforma hacendaria trajo como consecuencia la consolidación de las finanzas públicas gracias a una mayor recaudación tributaria.
En el ámbito internacional, destaca el mayor dinamismo de las exportaciones del país, así como una mayor entrada de inversión extranjera directa que este año se espera que lleguen a los 27 mil 500 millones de dólares.
Finalmente, los rubros donde no hay cambios importantes, son las altas tasas de la población en pobreza y de los trabajadores que se encuentran laborando de manera informal, sin prestaciones y bajos salarios.
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