Alrededor de 16 centros de entretenimiento nocturno cerraron sus puertas, de forma permanente, debido al impacto económico que sufrieron por la suspensión de actividades, tras las medidas de sanidad implementadas para prevenir contagios de Covid-19, informó Rogelio Garfias Torres, presidente de la Asociación de Antros, Bares y Discotecas de Querétaro.
Aseguró que no han detectado fiestas clandestinas, mejor conocidas como afters, desde hace 15 días, las cuales se hacen en diversos puntos de la ciudad —principalmente en Jurica y Juriquilla— y son anunciadas en redes sociales.
“El llamado es por las fiestas clandestinas que se empezaron a dar hace 15 días, se va a hacer un contagio mayor, no sé si tengan conocimiento los padres de familia son fiestas que terminan 6 o 7 de la mañana (...) Es una acción muy inconsciente por parte de la sociedad y de las autoridades, al menos en los antros se podría tener un poco más de control que en las casas o este tipo de fiestas”, manifestó.
Calificó como un tema crítico que se realicen este tipo de actividades, sobre todo porque se podría incrementar, aún más, el número de contagios debido a que no se implementa ningún tipo de medida de seguridad; aseguró que es una consecuencia del cierre de establecimientos nocturnos.
Es una práctica que, dijo, pone en crisis a todos los empresarios de la vida nocturna, además de que es injusta para el sector que sí paga empleados e impuestos.
Garfias Torres agregó que gobierno del estado todavía no les da una fecha tentativa para la reapertura de alrededor de 480 establecimientos que se dedican al entretenimiento nocturno.
“Es una súplica urgente a las autoridades para que se compadezcan de este sector, es lo que a gritos pide (...) Van 16 lugares que desaparecen de la vida nocturna (...) El plan es tener una sobre conciencia para que se pueda abrir la vida nocturna del estado, que afecta la vida turística”, comentó.
Apuntó que el plan que han presentado para abrir los lugares es el que manda la Organización Mundial de la Salud (OMS) que es mantener la sana distancia, una limpieza impresionante, así tener un espacio de metro y medio entre mesa y mesa, sin barras; además, la música tiene que ser baja para evitar que se alce la voz y salpicar saliva.
