El hallazgo de hasta 62% de soya en latas de atún en marcas que se venden en México, luego de 3 mil pruebas realizadas por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), demuestra una vez más que la explotación de la especie se acerca a niveles insostenibles en el país, destacó un especialista consultado por EL UNIVERSAL.
“Aparecen casi todas las marcas y ninguna se escapa con base en lo que dice la Profeco. El problema no es que le pongan soya, sino la cantidad”, dijo Octavio Aburto Oropeza, profesor del Instituto Scripps de Oceanografía en San Diego, Estados Unidos.
“Y ahí es donde se llega al nivel de que básicamente ya no se puede mantener la oferta del mercado. Para mantener las ganancias y el mercado necesitan hacer eso porque la producción ya no da”, explicó elbiólogo marino.
Para Aburto Oropeza, “esto descubre algo que se ha estado discutiendo, en términos de sobrepesca ycambio climático (...) La otra pregunta es: ¿Quién certifica que esa pesquería puede mantener el mercado?”.
Las atuneras mexicanas son certificadas por la firma internacional Marine Stewardship Council (MSC), que evalúa las prácticas sustentables del sector. De acuerdo con su información, sus parámetros “se usan para determinar si una pesquería está siendo bien gestionada y es sostenible”.
Baja credibilidad.
“Conapesca en teoría es la que debería determinar qué pesquerías están bien y cuáles mal, y se están aliando con certificadoras que han tenido baja credibilidad; ahí empieza a salir el problema de que se está certificando a lo tonto y en el mercado empiezas a ver esas cosas”, puntualizó Aburto Oropeza, quien criticó al sector atunero por su rechazo al Parque Nacional de Revillagigedo en el Pacífico, donde hay grandes bancos de atún.
“Si están cada vez más mal las pesquerías, ¿por qué pensar que más latas de atún tendrán la misma calidad que hace 10 años? Le están echando soya como si ponerle menos atún les estuviera favoreciendo”, afirma.