Será el nuevo obispo quien determine si la Diócesis de Querétaro puede retomar las bodas en las capillas de haciendas, opción que se prohibió para evitar que se cometan fraudes en contra de las parejas, sostuvo el vicario general, Martín Lara Becerril.
Fuera de esa situación, todas las iglesias de la entidad permiten que contraigan matrimonio las parejas provenientes de cualquier parte del mundo, toda vez que la iglesia católica es universal, indicó al rechazar lo dicho por la legisladora Guadalupe Cárdenas Molina, respecto a que se dificulta posicionar a Querétaro como destino de bodas debido a que los recintos católicos rechazan los documentos que presentan los fieles, por haberlos tramitado en santuarios diferentes a los de Querétaro.
La diputada priista afirmó que buscaría el respaldo de la Diócesis para que acepte los trámites que las parejas realicen en las parroquias de sus estados, como son las pláticas prematrimoniales y las amonestaciones, pues consideró que las trabas que actualmente les impone dificultan que crezca el perfil de Querétaro como destino de bodas, oportunidad que ya aprovechan otras zonas como San Miguel de Allende y Puebla.
Lara Becerril apuntó que puede ser que en algún momento una pareja de otro estado se topara con cierto párroco, o padre, que les haya dificultado casarse en Querétaro, pese a que no existe impedimento para que cualquier católico se case en la parte del mundo en la que desee.
Permitir que las ceremonias se realicen en las haciendas es un tema muy diferente; las ceremonias afuera de las iglesias se prohibieron, a través de un decreto, desde que era obispo, el hoy emérito, Mario de Gasperín Gasperín, y la prohibición la ratificó cuando fue obispo el ahora arzobispo de Durango, Faustino Armendáriz Jiménez, de ahí que será responsabilidad del nuevo obispo determinar si la revoca o la mantiene.
Explicó que se rechazó realizar ceremonias fuera de los recintos eclesiásticos luego de que se defraudó a una pareja, que realizó todos los trámites, pero al querer validar su unión, descubrió que el sacerdote tenía suspendidos los derechos para oficiar la misa, de ahí que la ceremonia careció de validez.
“En alguna hacienda hubo un matrimonio que vino a celebrar un sacerdote de fuera... tú te casas en este territorio parroquial, pues tengo la obligación de expedirte tus documentos para que no tengas problema, y a la hora de investigar acerca de ese sacerdote, resulta que era un sacerdote que estaba suspendido”. Para evitar un nuevo abuso es que se suspendieron las celebraciones fuera de los recintos sagrados y será el nuevo jerarca quien determine si se retoman o se mantiene el decreto.
“ Sí es necesario, pienso que sí, porque Querétaro se está haciendo una sociedad muy plural, y es una ciudad muy atractiva para venir, y uno de esos motivos es casarse”.
