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El tequila ya no será el único referente mundial cuando se hable de Jalisco. Con la nueva fábrica de billetes del Banco de México (Banxico), cuya capacidad de producción es de 580 millones de piezas al año, todo el mundo tiene los ojos puestos en esta entidad en donde se están produciendo inicialmente los nuevos billetes de 500 pesos.
Representantes de bancos de otros países y proveedores internacionales han mostrado su interés por la nueva fábrica que podrá ser visitada por el público en marzo de 2019.
Frente al parque Montenegro y muy cerca del Aeropuerto Internacional de Guadalajara se localiza la nueva fábrica, que a diferencia de la primera, en Legaria, Ciudad de México, opera con los avances tecnológicos más modernos y amigables al medio ambiente.
Se minimizarán las emisiones a la atmósfera, tiene plantas de tratamiento para disminuir al máximo el desperdicio de agua, en la sala de impresión hay tubos que captan la luz del sol que permite tener buena iluminación para ahorrar electricidad.
EL UNIVERSAL es el primer medio de comunicación que visita sus instalaciones que representaron una inversión de 3 mil 636 millones de pesos.
En la fábrica fue inaugurada el pasado 7 de noviembre por el gobernador del Banxico, Alejandro Díaz de León.
Para atender la demanda del papel moneda y garantizar su distribución a largo plazo, Banxico instaló su segunda fábrica en el complejo industrial de El Salto, Jalisco, en la zona metropolitana de Guadalajara.
El director de la fabricación de billetes, Alberto Torfer, ingeniero industrial de la Universidad Lasalle con maestría en Ingeniería Gerencial y Sistemas de Manufactura en Inglaterra, puntualiza que la circulación de dinero en efectivo sigue creciendo por arriba de 8%.
“El Banco de México tiene la obligación de proveer a la población medios de pago que sean de calidad y seguros”: Alberto Torfer
“El Banco de México tiene la obligación de proveer a la población medios de pago que sean de calidad y seguros”, comenta.
En entrevista con El Gran Diario de México, señala que para los siguientes años no se espera un cambio radical en la demanda de dinero en efectivo.
Otro elemento que se tomó en cuenta para construir una fábrica fuera de la Ciudad de México fue evitar tener concentrado en un sólo lugar toda la producción de billetes.
Los especialistas de Banxico aprovecharon que en Guadalajara había terrenos adyacentes a sus oficinas o a Caja Regional, que funciona para la distribución de papel moneda.
Adicionalmente, entre la fábrica anterior y la nueva, se instaló una bóveda de reserva que puede almacenar 5 mil 500 posiciones de billetes, que representa 35% de la capacidad de almacenamiento que tiene Banxico.
En la capital del país se tienen dos líneas de producción con dos turnos, y en la nueva, una línea y un sólo turno. Cuando las dos operen igual se podrá repartir la producción a la mitad en cada una.
Para asegurar que la producción salga bien, el proceso de fabricación de billetes está en manos de Alberto Torfer y Enrique Guarner, quien como gerente de la nueva fábrica, es el responsable de supervisar las áreas, desde que llega el sustrato en blanco y hasta que salen los billetes empacados para su entrega al Cajero Principal del Banco de México.
El edificio de Banxico por fuera no se distingue de entre el resto en el complejo industrial, pero en su interior no parece fábrica.
Con el olor a tinta y con máquinas impresoras de origen suizo y alemán que trabajan sin hacer ruido, la actividad diaria transcurre a cargo de 250 trabajadores que cuentan con espacios de descanso, mesas de juego, comedor y áreas de lactancia. “Tratamos de que [los empleados] estén en un ambiente amigable de trabajo”, dice Torfer.
Una máquina alemana hace un corte de 44 billetes por segundo, lee folios y pone información en un código de barras.
De los trabajadores, 70% son hombres; hay más mujeres titulares, como la encargada del proceso de impresión, en plancha y laminado, así como en el área de tintas.
El nuevo billete de 500 pesos, el primero de la nueva familia con la cual el Banxico conmemora la Reforma y la restauración de la República, tiene un costo de producción de poco más de un peso por unidad. De acuerdo con información del instituto central, su precio es más elevado en comparación al anterior, con un costo de 65 centavos por pieza.
El nuevo billete tiene mayor durabilidad si se compara con los anteriores y que aún están en circulación. Se estima que ambos billetes convivirán durante seis años.
El costo de producción depende de varios factores: volumen anual, precio de la materia prima y los elementos de seguridad.
También se toman en cuenta los procesos de impresión requeridos para cada denominación, incluyendo los costos de mano de obra y de depreciación de equipo.
Para la fabricación de los billetes en el complejo Jalisco se importaron dos máquinas, una de Suiza para la impresión del papel moneda y otra de Alemania para el corte y el empaque automatizado de las piezas.
En 2019 se comenzará a producir el nuevo billete de 200 pesos, primero en la fábrica de Legaria y después en Jalisco.
Para la revisión de la calidad de los billetes al momento de imprimirlos, en las fábricas hay un técnico con experiencia de 30 años. El encargado llegar a revisar hasta
Para la línea de impresión calcográfica se utiliza la máquina de la empresa originaria de Suiza KBA-NotaSys SA, con gran experiencia internacional en alta seguridad.
Con planchas de bajo relieve se imprimen las imágenes en el papel moneda.
Este sistema está reconocido como el arte de estampar dibujos mediante láminas metálicas grabadas en hueco. La impresión calcográfica se considera una de las medidas fundamentales antifalsificación. Para ello se cuidan todos los detalles de tinta y secado.
Finalmente, la máquina pone el número de serie a los billetes y los barniza.
En Jalisco, la máquina de Giesecke & Devrient GmbH se utiliza para el automatizado de corte de billetes, inspección y empaque. En la Ciudad de México este proceso es manual.
La máquina alemana hace un corte de 44 billetes por segundo, lee folios y pone información en un código de barras. Los tiros que no se utilizan se llevan a rellenos sanitarios.
Finalmente, la máquina arma paquetes de cinco mazos en 10 bolsas con 25 mil billetes que salen a la caja regional para su distribución en Jalisco, Baja California, Aguascalientes, Chihuahua, Baja California Sur, Durango, Michoacán, Nayarit, Sonora, Sinaloa y Zacatecas.
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