Las lluvias provocan pérdidas estimadas en hasta 70%, para los tianguistas en general, y de hasta 80%, para quienes se dedican a la venta de comida, reveló Rocío Alvarado Ramírez, presidenta de la Federación de Comerciantes, Locatarios, Establecidos y Prestadores de Servicio (Fecopse).
Cuando la lluvia inicia, comerciantes saben que no venderán, toda vez que la clientela preferirá no salir de casa.
“Sí alcanzamos a trabajar, pero no sabemos a qué hora caiga la lluvia; si nos agarra en el momento de la venta, la gente corre a resguardarse”, remarcó Alvarado Ramírez.
La pérdida de hasta 70% se genera por la disminución de ventas; sin embargo, la lluvia ha llegado a afectar productos. Se trata de una situación que merma más la economía.
A quienes principalmente perjudica es a los vendedores de alimentos, pues a primera hora preparan sus productos y no pueden conservarlos para días posteriores.
“Los que venden ropa, calzado y otros artículos se han visto afectados porque a veces no les alcanza a levantar [sus productos] y sí se echa a perder mercancía (…) Los que venden alimentos preparados, desde temprano tienen que surtir y llevar todo comprado para vender; si el día no se presta o llegan y hay lluvia, se ven afectados hasta en un 80%”.
La lluvia afectó ya directamente a establecimientos, particularmente los de la madrugada del 2 de julio.
Derivado de dichas precipitaciones, Sergio Martínez de León, presidente de la Cámara Nacional del Comercio en Pequeño (Canacope), estimó que entre 80 y 100 establecimientos de la capital queretana sufrieron algún tipo de daño.
Consideró que la temporada de lluvias genera a sus agremiados pérdidas aproximadas de 40%, mientras que para los que se encuentran en el Centro Histórico la cifra incrementa hasta en 65%.
Ayer, la Coordinación Estatal de Protección Civil, pronosticó que continuarían las lluvias en la entidad.
En otro orden de ideas, Alvarado Ramírez informó que quienes se nieguen a recibir la vacuna no podrán tener un espacio para exhibir sus productos en los tianguis.
Lo que se quiere es dar garantía a la población que acudirán a lugares seguros a realizar sus compras y, al mismo tiempo, evitar que las autoridades vuelvan a cerrar.
No existe justificación para bajar la guardia ante el Covid-19, si existen comerciantes que no quieran cumplir los protocolos o con recibir la vacuna, no se les permitirá la instalación, detalló.
Asimismo, lamentó que aún existen ciudadanos con quienes se debe discutir para que obedezcan las restricciones de salud.