Durante 2021, el estado de Querétaro registró 393 toneladas de producción pesquera, lo que significó una reducción de 35.6% en relación con las 610 toneladas de un año atrás, en 2020, de acuerdo con información de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedea).
Al comparar el volumen de producción de 2021 con el de 2019, previo a la pandemia, la reducción es de 25.3%, al considerar que en ese año se produjeron 526 toneladas.
De 2015 a 2021, este último año es el de menor volumen de producción, debido a que en 2015 se produjeron 650 toneladas, en 2016 fueron 851, en 2017 llegó a 724, en 2018 se registraron 769, en 2019 sumaron 526, en 2020 llegó a 610 y en 2021 descendió a 393 toneladas.
Del total de producción generada en 2021, la mayoría fueron mojarras, con 276 toneladas; en seguida 141 de carpa, 63 de bagre, 20 de trucha y 13 de lobina.
En tanto, el valor de la producción pesquera avanzó de 12 millones de pesos en 2015, a 16 millones en 2016, 17 millones en 2017, 19 millones en 2018, 30 millones de pesos en 2019 y 19 millones de pesos en 2020.
Actualmente, en el estado suman 30 embarcaciones de producción acuícola con certificado vigente, de acuerdo con registros de la Sedea.
El Comité Estatal de Sanidad Acuícola de Querétaro (Cesaqro) reporta que en la entidad hay 63 unidades acuícolas con mil 327 pescadores que realizan actividades en las diferentes presas del estado.
Según la Sedea, hasta 30% de la producción es para autoconsumo y el 70% se destina a comercialización mediante diversas vías. La producción acuícola se centra en 10 de los 18 municipios del estado.
De acuerdo con el Anuario Querétaro Competitivo, en la entidad se contabiliza a 172 empresas enfocadas a la actividad pesquera; de ellas, 57 se dedican a la comercialización; 96, a la acuacultura; 18, a la captura y una a la industrialización.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) estima que en 2021 el subsector pesquero y acuícola del país logró una producción de 1.9 millones de toneladas, lo que significa un crecimiento de 5.3% respecto al año previo.
De acuerdo con la dependencia, este nivel de producción permite cubrir alrededor de 80% de los requerimientos para el consumo humano nacional.
El país, detalla la Sader, cuenta con una gran variedad de sistemas costeros y marinos. Entre 2012 y 2020, precisa, sus producciones contribuyeron a incrementar el consumo per cápita de pescados y mariscos, ya que en ese periodo pasó de 8.9 a 13.9 kilogramos por habitante.