Arrancó la Profeco su operativo de verificación y vigilancia Día de Reyes 2020, destinado a cuidar el bolsillo de éstos personajes, confirmó José Huerta Arredondo, delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
El operativo inició la mañana del 3 de enero y concluirá el 6 de enero, tiene por objetivo atender todas aquellas denuncias contra proveedores de productos, bienes y servicios alusivos al Día de Reyes que sean turnadas a los módulos de atención de denuncia ciudadana. Se busca resolver las quejas de la manera más ágil posible.
Huerta Arredondo agregó que las multas podrían superar los 500 mil pesos; además los principales establecimientos a verificar son jugueterías, tiendas de autoservicio, departamentales, de conveniencia, de venta de ropa, de aparatos electrónicos, dulcerías, almacenes, tiendas de deporte, estacionamientos, panaderías, pastelerías y zapaterías.
“Las recomendaciones que emite la Profeco para los Reyes Magos, en esta temporada, es que se adquieran los productos en comercios formalmente establecidos, que en estos lugares se exija, y se esté muy al pendiente, verificando el respeto absoluto de promociones, de ofertas, de la exhibición de los precios, verificar que el precio anunciado sea igual al cobrado en caja y, tratándose de productos electrónicos… verifiquen que cumplan con las garantías que está obligado a expedir el proveedor, que no deben ser menores a 90 días. Exigir el comprobante de compra”, comentó.
El delegado señaló que las inspecciones que realiza el personal de Profeco son para conocer el “comportamiento comercial” y garantizar que se respete la Ley Federal de Protección al Consumidor. Los vendedores deben colocar claramente precios y tarifas, respetar promociones, descuentos y entregar comprobantes de compra.
Destacó que se revisa que cuenten con una etiqueta todos aquellos productos que deben cumplir con alguna de las Normas Oficiales Mexicanas, también que cumplan aquellos que estén obligados a sujetarse a la Ley Federal sobre Metrología y Normalización, lo que se constata al verificar que los instrumentos de medición empleados en transacciones comerciales se encuentren debidamente calibrados.