Cambiar a un escenario de pandemia más relajado sin una cultura de cuidado y prevención puede resultar un riego mayor que implique un retroceso e impacte de forma negativa a los comercios, refirió Fabián Camacho, presidente de Canaco.
Lo anterior ante la posibilidad de transitar al escenario A -que permite una mayor movilidad y ampliación de horarios- debido a que no hubo un repunte elevado en el número de contagios por las vacaciones de Semana Santa; el Comité de Salud daría a conocer si a partir del 26 de abril se pasa del escenario B al A.
“Valoramos que los pasos que se den de reactivación económica san paulatinos pero seguros (...) El crecimiento de contagios todavía no se registra como se ha señalado, lo cual en el sector comercial creemos que es consecuencia de un actuar importante por parte de la ciudadanía en respeto y acatamiento de los protocolos”.
Camacho subrayó que la reactivación económica debe ser con pasos seguros, no importa si son lentos y así evitar que lo poco que se ha logrado en la reactivación económica se derrumbe y ocasione que más comercios cierren sus puertas.
El escenario B ha estado vigente en la entidad queretana desde el pasado 15 de febrero.
En entrevista anterior, el presidente de Canaco informó que aproximadamente el 8% de los 20 mil afiliados cerraron sus puertas a un año de haber implementado las medidas para frenar el número de contagios por Covid-19.
Alrededor de mil 800 comercios, dijo, no transitaron al 2021 en un local y con licencia de funcionamiento; algunos generaron informalidad, otros innovaron a través de la tecnología o grupos en redes sociales, pero varios sí tuvieron un cierre definitivo.
Camacho recordó que los tres grandes retos que se tienen a más de un año de la contingencia sanitaria son: la adaptación de tecnologías, la corresponsabilidad para mantener la activación económica, y el consumo local como garantía de la dinamización de la economía.
Lo importante, refirió, es garantizar la salud del cliente, así como el acceder a productos y servicios de calidad, por eso se debe dar una transición a nuevas maneras de hacer el comercio, donde las medidas de seguridad no sean un impedimento para que la economía se siga dinamizando.