Durante el primer semestre del año se mostraron cambios que evidencian un deterioro en la calidad del empleo que se está generando en Querétaro. En el segundo trimestre de este 2021 se registraron en la entidad 421 mil 233 trabajadores informales, lo que representa 42% de la población ocupada. Es por ello que el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) ha encendido las alertas para el estado.
De acuerdo con Nataly Hernández, investigadora del Instituto Mexicano para la Competitividad, las alarmas se encienden para la entidad, pues la informalidad va en aumento.
Con respecto al periodo previo a la pandemia por Covid-19 (el primer trimestre del 2020), ha habido un aumento de 14 mil 799 trabajadores en condición de informalidad; es decir, un incremento del 4%.
“El problema ha aumentado con el tiempo, o sea, en términos relativos, comparándolo con el resto de las entidades, la posición de Querétaro no es tan mala, pero si nos fijamos en cómo ha cambiado esto a lo largo de este año, sí se prenden focos rojos.
“Esto es un problema porque por informales entendemos que son personas que no tienen un vínculo laboral reconocido por la institución para la que trabajan. En este sentido, no se les respetan sus derechos laborales, no tienen prestaciones o no tienen todas las que mandata la ley”, detalló la especialista.
Además de la informalidad, la subocupación también ha mostrado una tendencia al alza en el estado; es decir, personas que si bien cuentan con un empleo, no están trabajando jornadas suficientes, pues declaran tener la disponibilidad y querer trabajar más horas de las que su ocupación actual les permite, lo que también indica un problema de calidad en el empleo.
En este sentido, al cierre del segundo semestre de este año se registraron 64 mil 697 personas en esta condición; es decir, 19% de la población ocupada, lo que representa un incremento de 12% durante el segundo trimestre, con respecto a los primeros tres meses del año; equivalente a seis mil 843 trabajadores.
“Es llevar la conversación de la recuperación no solamente a un asunto de cantidad; es decir, de restitución de plazas, de puestos de trabajo, sino también llamar la atención [acerca] de qué calidad son los empleos que se están generando”, resaltó.
Un tercer indicador que incide en esta problemática, abundó Nataly Hernández, son los trabajadores en condiciones críticas de ocupación; es decir, aquellos que no trabajan lo suficiente, con jornadas inferiores a 35 horas semanales, o bien trabajan más horas, pero reciben un ingreso muy bajo, menor a un salario mínimo.
También se refiere a personas que incluso trabajan más horas de la jornada máxima que se maneja por ley; es decir, más de 48 horas, pero su ingreso apenas alcanza dos salarios mínimos.
En el segundo trimestre de este año, en Querétaro hubo 190 mil trabajadores en condiciones críticas de ocupación, lo que representa 19% de la población ocupada. Respecto al primer trimestre, hubo un incremento de poco más de 30 mil personas.
“De nuevo es otro de los indicadores alarmantes que llaman la atención sobre el deterioro en la calidad del empleo (…) Ha sido un año de recuperación en términos de cantidad del empleo, pero no necesariamente de calidad, y Querétaro es una de las entidades que lo evidencian”, comentó.
Resaltó que Querétaro, al segundo trimestre de este año, registró 992 mil 232 personas ocupadas, cifra que se mantiene 0.6% por debajo de la que se registraba en el primer trimestre de 2020. Así, el estado se ubica como una de las 10 entidades que aún tienen empleos por restituir de los perdidos por la emergencia sanitaria.
“La situación nacional es distinta a la de Querétaro; es decir, Querétaro está dentro del grupo de entidades que, por poco, pero aún tienen empleo por restituir para regresar a las condiciones prepandemia (…) La recuperación del empleo no sólo es un tema de cantidad, sino de calidad de las condiciones laborales”, aseveró.
En cuanto a los empleos que se han generado, reconoció que la dinámica del crecimiento del empleo ha sido netamente comandada por mujeres, ya que fue el único grupo donde se registró aumento de empleo en alrededor de 37 mil 445 puestos, mientras que en el caso de los hombres, se tuvieron disminuciones por alrededor de 5 mil plazas.
