El estado de Querétaro tiene “una probabilidad de al menos una en tres de que se le baje las calificaciones de riesgo crediticio en los próximos 12 a 24 meses si  se presenta una degradación en las notas que se dan a este país. Lo anterior lo señaló Standard & Poor’s (S&P), pues  la posibilidad de bajar la calificación se da “por la alta dependencia de las transferencias federales de los gobiernos locales y regionales (GLR), aunado a su limitada flexibilidad financiera, lo que no les permite tener calificaciones más altas que México”.

La firma detalló: “Podríamos bajar nuestras calificaciones de Querétaro en los próximos 12 a 24 meses si bajamos las de México”. Además, una potencial baja de las calificaciones podría suceder si se debilita el marco institucional de los estados mexicanos”.

Las calificaciones de Querétaro con S&P son: escala global de ‘BBB’ y en escala nacional de ‘mxAA+’, ambas con perspectiva negativa.

Esta perspectiva crediticia de Querétaro que retrocedió de estable a negativa se dio por el impacto que tuvo la economía mexicana derivado de la combinación del shocks del Covid-19 –en México y en Estados Unidos, su principal socio comercial– y la caída de los precios internacionales del petróleo.

S&P dice que la economía de Querétaro sufre un duro golpe por la pandemia y las medidas de confinamiento, aunque proyectamos una gradual recuperación.

“Querétaro ha establecido un exitoso modelo de crecimiento para fomentar la inversión privada y atraer flujos de inversión extranjera directa (IED) hacia la industria manufacturera y los sectores de servicios en los próximos años”. 
En este sentido, la firma espera que la economía del estado de Querétaro tenga un desempeño mejor que el promedio nacional, a pesar de la débil confianza general del sector privado en México.

“Estimamos el PIB per cápita del estado en 13 mil 156 dólares en 2019, por encima del promedio nacional de 9 mil 858 dólares. Esperamos que la administración de Querétaro mantenga políticas fiscales prudentes, incluso en medio de la actual recesión económica”.

Apunta que la administración tiene la capacidad técnica para identificar gastos ineficientes y un historial satisfactorio de generación de ingresos y controles de gastos. Al mismo tiempo, ha mostrado voluntad para hacer frente a cuestiones estructurales complejas como la carga por las pensiones al aprobar una reforma  poco después de asumir el cargo”.

A pesar del debilitamiento de los resultados fiscales, también se estima que Querétaro mantendrá fuertes reservas de efectivo y un nivel de deuda muy bajo.

“Proyectamos resultados operativos equilibrados para los próximos tres años, ya que las transferencias federales más bajas se verían compensadas por el fondo de estabilización federal en 2020.

“Querétaro reanudaría gastos de capital en 2021 antes de las elecciones estatales y los financiaría con sus reservas de efectivo”.

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