El turístico ha sido el sector económico “más afectado” por la emergencia sanitaria en Querétaro, y se prevé que para enero de 2021 se tenga el balance final de la contracción que tuvo la actividad durante 2020.
El secretario de Turismo en el estado, Hugo Burgos García, informó que aún no tienen números concretos de cuánto ha afectado la pandemia por Covid-19, misma que obligó —desde el mes de marzo— a restringir aforos y horarios, incluso el cierre de algunos destinos turísticos.
Mencionó que la ocupación hotelera ha alcanzado 40% en algunos momentos, pero que está lejos de 60%, cifra que se tiene en promedio de forma anual, mientras que en la capital el promedio se registra en 25%.
“A finales de enero vamos a poder hacer un conteo final, poder revisar. No estamos llegando más que a 40%. En ciudad de Querétaro andamos en 24%, 25% en hospedajes, y en los pueblos mágicos hay un poco más”, refirió.
El funcionario recordó que en la capital queretana el turismo con más impacto es el de congresos y convenciones, así como de negocios; sin embargo, al estar suspendidas las grandes concentraciones, estas actividades no pueden llevarse a cabo.
Antes de la pandemia, la capital tenía gran actividad entre semana, recordó, y los fines de semana había menos afluencia, pero sí había visitas. Mientras que en los pueblos mágicos la afluencia se daba los fines de semana.
“Apenas se está haciendo una sumatoria. El tema del turismo ha sido el más afectado, no sólo en pueblos mágicos, [es a] nivel nacional e internacional.
“Recordemos que Querétaro es turismo de hombres de negocio y esas partes todavía no se reactivan. En enero podríamos hacer un resumen total de cuál fue la afectación”, reiteró el funcionario.
Hugo Burgos mencionó que, en pueblos mágicos, en los seis que hay en Querétaro ha habido recuperación en las últimas semanas; sin embargo, los aforos volvieron a restringirse por el aumento de casos de Covid-19.
En algunos destinos turísticos, como los de Pinal de Amoles, vecino del Pueblo Mágico de Jalpan de Serra, se decidió cerrar al público los atractivos naturales, como el caso de la Cascada del Chuveje.
Esta cascada cerró desde el pasado 7 de noviembre y se mantendrá así hasta que las condiciones epidemiológicas no cambien.
Aunque todas las actividades están permitidas en el estado, algunos sectores han optado por cerrar de forma temporal, como ha pasado con algunos antros y bares, debido a la inviabilidad económica de la operación.