AMLO se empeña en ensuciar el proceso de revocación de mandato. La Constitución es clara: las autoridades no pueden intervenir, la única instancia facultada para ello es el INE. La Sala Superior del TEPJF resolvió diversas dudas planteadas en varias impugnaciones, entre ellas ratificó que al Presidente no le está permitido entrometerse. Ayer miércoles, López Obrador volvió a la carga, convirtiéndose en promotor de su consulta, con ello violentó por enésima ocasión la Carta Magna, como lo hiciera durante el pasado proceso electoral.
Monreal, por su parte, consideró un triunfo el hecho de modificar el criterio para recabar firmas ciudadanas para activar legalmente el mecanismo de la consulta popular y que los ciudadanos escojan cómo efectuarla, sea por medio escrito o digital; incluso el morenista se jactó al referir que ellos habían realizado la interpretación de 2 de los artículos de la ley aprobada, pretendiendo sustituir el criterio judicial, mientras los ministros aún no resuelven el juicio de inconstitucionalidad sobre varios de los artículos de la ley secundaria.
Morena, a su vez, estimó un triunfo que la Sala Superior haya abierto el criterio de recolección de firmas. Pero, Monreal ni Morena, aludieron al impedimento inconstitucional que le impide al presidente participar en todo el proceso de revocación de mandato. Problema de fondo, intencionalmente los legisladores morenistas no establecieron sanción alguna a quien incumpla con la Constitución, estamos en presencia de una ley imperfecta. Por eso AMLO abusa ensuciando el procedimiento al llamar a sus seguidores a participar.
Las reglas del juego son simples para llevar a cabo el procedimiento. La Carta Magna las prevé. Pero, el “demócrata” de AMLO exhorta a la caterva de sus huestes a participar y ser el primer presidente sometido a consulta de revocación de mandato, con la convicción de que será ratificado en el cargo, a la vez insulta a los “conservadores” como aquellos que se oponen al ejercicio popular del pueblo. Engaña a sus seguidores para que pidan su ratificación.
López Obrador, fue electo para gobernar constitucionalmente 5 años 10 meses; por lo tanto, no puede ser revocado su mandato, aunque tramposamente así lo hayan consignado en las reformas, su derecho es inalienable. La trampa perfecta para recuperar la confianza en su deteriorado partido, se trata de otra campaña política en la que únicamente participará el Presidente de la República.
Analista legislativo. @HectorParraRgz