Musicalia

En nuestras dos entregas anteriores hablamos de la familia austríaca de los Strauss, Johann padre y sus hijos Johann II y de sus hermanos Josef y Eduard. Estos compositores se distinguieron principalmente por sus valses, pero también por sus operetas, sobre todo Johann II. Continuaremos ahora con otro compositor de operetas: Franz Lehár.

Franz Lehár, compositor austrohúngaro, nació en Komárno (actualmente Eslovaquia) en 1870 y falleció en Bad Ischl, cerca de Salzburgo, Austria, en 1948. Fue conocido principalmente por sus operetas, algunas de ellas fenomenalmente populares. Compuso un total de 34 operetas pero también escribió sonatas, poemas sinfónicos, marchas, y algunos valses (el más popular es Oro y Plata).

La opereta, diminutivo de 'ópera'; proveniente del francés opérette, se define como una ópera ligera con diálogos hablados, canciones y danzas o bailes. Esta forma floreció en Europa y en EUA en la segunda mitad del Siglo XIX y principios del XX. En los siglos XVII y XVIII el término ‘opereta’ se aplicaba a una forma más general de variedad u obra de escena más corta y menos ambiciosa que la ópera, tal como el Vaudeville, el Singspiel y la balada. Está todavía en uso en Europa para obras del tipo de la Comedia Musical, forma en la que la opereta evolucionó en países anglo-parlantes.

Franz Lehár forma parte del imaginativo popular musical, pues los temas de sus operetas son ampliamente conocidos y apreciados como música alegre, romántica y muy dulce. Su opereta Die lustige Witwe (La viuda alegre), estrenada en 1905 en el Teatro de Viena, es de las obras más representadas de la historia y se ha puesto en escena en casi todo el mundo. Se basa en la comedia L'attaché d'ambassade (1861) de Henri Meilhac, relativa a una rica viuda y el intento de sus paisanos de mantener su dinero en el principado encontrándole un buen marido. Una de las primeras veces en que el autor de estas líneas asistió a un teatro de ópera u opereta, fue en el Teatro del Bosque, adyacente al Auditorio Nacional, en la Ciudad de México, precisamente para ver una representación de La Viuda Alegre con quien a la sazón era amigo cercano del que escribe: Plácido Domingo. Ambos no teníamos más de 22 años. De ahí lo contrató Evangelina Elizondo para ser su coach en la reposición de La viuda alegre, donde la actriz haría el papel de Hannah Glawary, la viuda rica, y Plácido el de Conde Danilo en unas ocasiones y en otras el de Camilo de Rosillón.

Parte de la música de ‘La Viuda alegre’ fue también utilizada en el ballet del mismo nombre, creado y puesto en escena por Sir Robert Helpmann y orquestado por John Lanchbery y Alan Abbot. Se han filmado 3 películas sobre La viuda alegre: en 1925 por John Gilbert en el rol de Danilo; en 1934 una nueva versión, con nueva música y la actuación de Maurice Chevalier; y en 1952, protagonizada por Lana Turner y Fernando Lamas.

Una hermosísima aria que se presta para que la soprano se luzca en escena es Meine lippen, sie küssen so heiss (mis labios te besan con ardor) de Giuditta, su última opereta (1934). Otra preciosa aria, muy dulce y romántica es Dein ist mein ganzes herz (tuyo es todo mi corazón), de la opereta Das Land des Lächelns (El País de las Sonrisas –1929); hay una versión al italiano cantada por Luciano Pavarotti: Tu che m’hai preso il cor (tu que me has robado el corazón) ¿Quién dijo que los germano-parlantes no son románticos? Que escuchen estas dos arias y se convencerán de que es uno de los pueblos más románticos del mundo.

*Diplomático queretano; diletante de la música clásica. Twitter: @fgcossio

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