El termino de relación tóxica se refiere a ese tipo de convivencia en la que existe manipulación y control excesivo, además de miedo. Dejas de ser tu mismo o misma para cubrir las necesidades de quien te acompaña y no solamente nos referimos a relaciones de pareja. Podemos tener una relación desgastante o que no nos aporta nada dentro del ámbito familiar, laboral y/o social.
Pero ¿Por qué nos cuesta salir de este tipo de relaciones?
1.— Lo primero es, tu historia. Indagar en tu infancia, sobre todo en la educación acerca del amor que recibiste de tus padres, hermanos y quienes formaron tu primer círculo de convivencia es importante. En ocasiones aprendimos a dar amor de forma violenta, manipuladora y controladora. Lo que nos hace de manera inconsciente repetir este tipo de patrones.
2.— Cuidar siempre nuestra salud mental es vital, debemos tener una buena autoestima y autovalor, ya que esto nos permitirá respetarnos y salir de manera oportuna, es decir sin terminar lastimados, de la relación. Recuerda que la manipulación, el chantaje y el sentimiento de culpa siempre están presentes en una convivencia tóxica.
3.— Identifica los principios básicos y valores que determines como indispensables en una relación. Recuerda que no existen las relaciones perfectas, pero si las que crecen, maduran y aprenden con el paso del tiempo. Por darte un ejemplo evalúa como se sienten en el tema de la comunicación, confianza, respeto, empatía, entre otros. Es importante que no le suframos a la relación pero que entendamos que no existen las relaciones perfectas, el aprender uno del otro, el crecer juntos es lo que permite que las relaciones sean amables y perdurables.
4.— Revisa tus creencias y tus miedos, ya que estos pueden provocar en ti apego ansioso y dependencia emocional. Nos condicionan o nos hacen creer que el amor es sinónimo de sufrimiento o de algún tipo de maltrato.
5.— Identifica si existe codependencia en tu relación, es decir si existe una diferencia (natural dentro de una relación) y ésta nos genera angustia: no es lo mismo decir: ‘Te amo y te acompaño’ a decir ‘Sin ti no puedo vivir’, esto genera una carga para ambos muy pesada que a la larga merma la calidad en la convivencia.
Evalúate de manera constructiva si tienes algún tipo de dependencia, si sueles siempre anteponer la necesidad de los otros y minimizar tu paz o tranquilidad personal. Empieza a reconocerte, validarte, respetarte, si es necesario busca ayuda profesional pero no te hagas adicto a relaciones que mermen tu paz emocional o en la que tengas que cargar o hacerte responsable de la felicidad de alguien.
Solo por hoy, ámate y sé feliz contigo mismo o misma.
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Frases para trabajar esta semana:
“Soy el único responsable de mi éxito y de mi felicidad”
“Confío en mis recursos y, con humildad, aprendo
de mis errores”
Te recomiendo leer:
—Enamórate de ti, de Walter Riso.
Comentarios y sugerencias:
Gloria Villalobos Corral
Licenciada en Psicología
Clínica Terapia Cognitivo
conductual y de Programación
neurolingüística
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