En una época en donde ser católico es un delito, resuena, entre rezos, gritos y balas, el nombre de Agripina Montes, una mujer que dejó su vocación de maestra y tomó las armas para defender su religión, aunque al final, su historia quedó como un murmullo silente; una sombra vaga que cayó al olvido, uno que ella propició,enterrando su nombre con el de Josefina Pérez.
Agripina Montes (Monserrat Ángeles Peralta) y Josefina Pérez (Luzma Espinosa), son las protagonistas de “Olvido”, obra de Isaac Pájaro, que inició temporada en el Cineteatro Rosalío Solano, bajo la dirección de Mauricio Jiménez.
La obra se centra en el periodo de la Guerra Cristera en Querétaro; luego de la firma de la Constitución de 1917, la relación entre Iglesia y Estado quedó fracturada y los creyentes se ven obligados a crear un movimiento y matar a voz de ¡Viva Cristo Rey!, en tierras queretanas, tierras de tradición católica, el pueblo no se quedó rezando, hombres y mujeres se unieron para defender a su Dios.
Quien participó de forma intensa en el movimiento fue Agripina, la niña que le temía a la oscuridad y ya de grande se dedicó a la enseñanza, “quise ser maestra porque no pude ser sacerdote”, dice Agripina en escena.
Muchacha apasionada que se inspiró en Juana de Arco para emprender su propia lucha, pero que al darse cuenta de la inmensa cantidad de muertos que dejaba esa guerra y los intereses personales que movían a los que peleaban con su misma bandera, se cuestionó: ¿para qué seguir luchando?, ¿cómo pronunciar la palabra justicia siendo mujer?
Intentando olvidar que fue una de las principales promotoras en Querétaro, para crear un ejército de Dios, adoptó el nombre de Josefina Pérez y trató de olvidar que un día se llamó soldado raso de Jesucristo, pero los recuerdos la perseguirán como una tormenta de angustia y soledad.
“Olvido” estará en el Cineteatro Rosalío Solano, los viernes y sábados hasta el 17 de junio, con la actuación de Uriel Bravo, Luis Rabell, Aranxa Álvarez, Isaías Camacho Mendoza, Mauricio Figueroa, Karim Aarun Navarrete, Alejandro Obregón y Karla Santillán.
En medio del año del centenario de la Constitución de 1917, Isaac Pájaro retomó una fracción de la historia que minó a Querétaro, sacando de los libros y archivos olvidados del periodo cristero, las voces de quienes participaron, haciendo participe a Jiménez, quien ha trabajado en Querétaro en montajes como “Coronas de sombras”, “Noticias del Imperio” y “La Conspiración vendida”.
“No he abandonado el conocimiento de que la historia es acción, no texto, de ahí este afán de devolverle su naturaleza viva. ‘Olvido’ no es una dramaturgia tradicional, es en principio dinamismo, progresión e información; es un texto para la escena que detona el movimiento y la creación, el cual quise poner en manos de Mauricio Jiménez, conociendo el tratamiento que le ha dado a la historia desde la escena, a lo largo de su trayectoria”, dijo el propio dramaturgo.