La fotógrafa mexicana Paulina Lavista (Ciudad de México, 1945), quien ha incursionado con éxito en el cine, las letras y la música, aseguró ayer  que la edición ilustrada conmemorativa del libro Elsinore: Un cuaderno, de Salvador Elizondo, cumple 30 años como el más interesante experimento de ese celebrado autor.

La pareja sentimental del autor de ese título que ayer fue presentado en el marco de la 39 Feria Internacional del Libro en el Palacio de Minería (FILPM) destacó que Elizondo logró, en apenas 70 y tantas páginas, crear una novela en la que se conjuga de manera sin igual el español, el inglés y el lenguaje de los braceros.

La hija de Raúl Lavista, el legendario compositor de la música de innumerables películas de la Época de Oro del Cine Mexicano, subrayó que este libro, narrado a la vez en varios lenguajes, provoca una recreación extraordinaria y autobiográfica de la posguerra.

“De esa forma, la anécdota de la milicia que marcó al autor es llevada a una singular novela”. Paulina Lavista, quien se encuentra entre los artistas fundadores del Salón de la Plástica Mexicana, recordó más adelante que la nueva e ilustrada edición de Elsinore: Un cuaderno, de El Colegio Nacional, es un texto que en su momento fue elogiado ampliamente por el poeta Octavio Paz (1914-1998), Premio Nobel de Literatura en 1990.

“Esta obra cumple 30 años viva, tres décadas en las que se ha disfrutado y se puede seguir gozando con la misma emoción que la primera vez. Ahora, se incluyó un prólogo muy interesante y un cuadernillo iconográfico con los primeros diarios y documentos de la época en que está narrado el libro que se puede leer con toda facilidad”, comentó.

Añadió que esta obra es apta para todo tipo de lector, sin distingos de edad, ocupación, sexo, o religión, sin embargo, advirtió que el lector curioso que se haga a la aventura de leer Elsinore: Un cuaderno, de Salvador Elizondo, debe tener un conocimiento más o menos regular del idioma inglés, pues en ciertas partes la obra está escrita en ese idioma.

Explicó lo anterior al recordar que Elizondo trató de reproducir las charlas que él oía, y las charlas que tuvo con braceros y otros empleados, mexicanos y norteamericanos, con los que tuvo contacto. De la misma manera, abundó, utiliza un lenguaje militar y de la lengua inglesa que se habla en Los Ángeles, pues también anduvo por allá en ese tiempo.

Hija de Helen Lavista, culta dama que le abrió las puertas al maravilloso mundo de las artes plásticas, la entrevistada destacó que esta edición es “una celebración a un gran texto que vale la pena reeditarlos y conocerlo", luego de que fue elogiado por Octavio Paz y por muchos críticos literarios de la segunda mitad del Siglo XX.

Tras la entrevista, Paulina Lavista ingresó al Salón de la Academia de Ingeniería del Palacio de Minería para presentar, junto con un ramillete de artistas como ella, el libro ahora ilustrado por Nuria Meléndez Gámez, quien en el acto también vertió sus glosas y comentarios al respecto.

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