El nuevo premio Nobel de Literatura, el escritor británico nacido en Japón, Kazuo Ishiguro, es autor de siete novelas que han sido traducidas a 40 idiomas. Se trata de los libros Pálida luz en las colinas (Premio Winifred Holtby), Un artista del mundo flotante (Premio Whitbread), Los restos del día (Premio Booker), Los inconsolables (Premio Cheltenham), Cuando fuimos huérfanos, Nunca me abandones (Premio Novela Europea Casino de Santiago) y El gigante enterrado– y un libro de relatos –Nocturnos–. Su obra en español ha sido publicada por Anagrama.
De acuerdo con información de Anagrama, Nocturnos fue el primer libro de relatos de Kazuo Ishiguro, reúne cinco historias que pueden leerse como estudios y variaciones sobre unos cuantos temas. Se trata de «El cantante melódico», «Come Rain or Come Shine», «Malvern Hills», «Nocturno» y «Violonchelistas», que también remite a la primera historia, un joven prodigio del chelo encuentra a una mujer misteriosa que le da clases. La música es parte de las cinco historias y, de acuerdo con la editorial, barajan elementos que son habituales en la obra de este autor: la confrontación de las promesas de la juventud y los desengaños del tiempo, el maravilloso y decepcionante misterio del otro, los finales ambiguos y sin catarsis.
En Cuando fuimos huérfanos, su personaje Christopher Banks, célebre detective de Londres, regresa a Shanghái, donde vivió de niño y donde sus padres desaparecieron; regresa desde una Europa convulsa en la que emerge el fascismo y se avecina la guerra de un Shanghái convertido en polvorín en el que se enfrentan los chinos comunistas y el ejército japonés invasor.
La música es esencial, también en Los inconsolables. Ryder, un famoso pianista, llega a una ciudad de provincias en algún lugar de Europa central,donde sus habitantes adoran la música. Recibido como el salvador, el pianista descubrirá que se espera mucho más de lo que puede dar. De acuerdo con Anagrama, es un libroo que reúne pequeñas historias de guerras del pasado, exilios y crueldades, relaciones imposibles entre padres e hijos, maridos y mujeres, ciudades y artistas.
Los restos del día es conocida, a partir de la película como Lo que queda del día (James Ivory, 1993). Es la historia de un mayordomo en una casa inglesa cuyo dueño ha muerto, y que ahora pertenece a un norteamericano. El mayordomo hace un viaje por Inglaterra, un viaje que lo llevará por lugares y secretos de una clase dirigente inglesa que se dejó seducir por el fascismo y conspiró activamente para conseguir una alianza entre Inglaterra y Alemania.
Nunca me abandones aborda la historia de un grupo de jóvenes en un internado de Hailsham que no tienen otro contacto con el mundo exterior que Madame, como llaman a la mujer que viene a llevarse las obras más interesantes de los adolescentes, quizá para una galería de arte, o un museo. En Hailsham todo es una re-presentación donde los jóvenes actores no saben que lo son, y tampoco saben que no son más que el secreto terrible de la buena salud de una sociedad.
Pálida luz en las colinas es una novela sobre Japón cuando el país se recupepra de las heridas de la II Guerra y de la tragedia que signifcó la bomba atómica. Después del suicidio de su hija mayor, Etsuko, una japonesa de 50 años instalada en Inglaterra, rememora momentos de su vida. Recuerda a otra mujer, Sachiko, una amiga y vecina que vivía sola con su hija Mariko. La relación ambigua de Etsuko con Sachiko y Mariko está en el centro del enigma del libro.
Un artista del mundo flotante, de nuevo aborda la II Guerra Mundial, en Japón. Un anciano pintor recuerda su vida y reflexiona sobre su carrera artística, en un intento por comprender una realidad cada día más ajena. Ono eligió abandonar las tradiciones pictóricas de sus maestros, los pintores del mundo flotante de los barrios de placer, donde las cosas más bellas se construyen en la noche y se desvanecen en la mañana, para dedicarse a loar un presente más heroico y menos fugaz. Y ahora, el imperio militar que pintó no es más que otro mundo flotante, desvanecido para siempre en la mañana del Japón «democrático» de la posguerra...
En El gigante enterrado, la Edad Media en Inglaterra es el escenario de la obra. Del paso de los romanos por la isla sólo quedan ruinas, y Arturo y Merlín –amados por unos, odiados por otros– son leyendas del pasado. Entre la bruma todavía habitan ogros, y británicos y sajones conviven en unas tierras yermas, distribuidos en pequeñas aldeas. En una de ellas vive una pareja de ancianos –Axl y Beatrice– que toma la decisión de partir en busca de su hijo que se marchó hace mucho tiempo, aunque las circunstancias concretas de esa partida no las recuerdan, porque ellos, como el resto de habitantes de la región, han perdido buena parte de la memoria debido a lo que llaman «la niebla».